Monterrey

La gran sacudida llamada bitcoin

OPINIÓN. Las primeras sacudidas tuvieron que ver con la promesa de una moneda descentralizada, segura, de fácil circulación y almacenamiento e independiente de las instituciones financieras convencionales.

Guys in hoodies making much better gains than guys in suits, I love it!" ("Gente en sudaderas haciendo mucho más dinero que la gente trajeada, ¡me encanta!"), comenta un usuario en uno de los foros virtuales especializados en bitcoin.

¿El tema de conversación? Una comparativa de rendimientos entre valores tradicionales y bitcoin en 2017. A la fecha de la discusión en ese foro, la plata (a la baja, con 0.40 por ciento) y el oro (que suma 10.74 por ciento) e índices como el NASDAQ 100 (el más beneficiado, con una ganancia de 20.04 por ciento) palidecen ante la increíble alza del 304.54 por ciento del bitcoin en el transcurso de este año.

Con una capitalización de 53 mil millones de dólares, el bitcoin supera a la de otras criptomonedas como Ethereum (24.6 mil millones), pero aún dista de las sumas de los valores convencionales como los dólares estadounidenses (1.56 millones de billones) y el oro (8.2 millones de billones).

Desde principios de 2010, cuando una unidad tenía una valuación de 0.003 dólares, el bitcoin ha cimbrado el status quo financiero en varias ocasiones.

Las primeras sacudidas tuvieron que ver con la promesa de una moneda descentralizada, segura, de fácil circulación y almacenamiento e independiente de las instituciones financieras convencionales.

Por su encriptación con la tecnología de blockchain, ofrece la posibilidad de asegurar, almacenar y rastrear todas sus operaciones en cada unidad que circula entre sus propietarios, sin necesidad de que un banco o instancia gubernamental lo sancione.

El empresario y tecnólogo Naval Ravikant advierte un cambio de paradigma en la forma en cómo pensamos en el dinero cuando llama a este fenómeno "el amanecer de la computación confiable".

Sin embargo, bitcoin está lejos de estabilizarse. Además de las presiones externas de los gobiernos por regularla, hacia su interior también hay cuestionamientos. De hecho, a inicios de agosto su máximo histórico tocó los tres mil dólares, tras un intenso debate en su comunidad que terminó en la decisión de hacer un split y duplicar así el blockchain original.

Más allá de su historia, la revolución del bitcoin quizá ya pone en entredicho creencias financieras con mucho arraigo. Por ejemplo, por ser un valor escaso como los metales, algunos inversionistas creen que llegó para suplir al oro y la plata como anclas ante los mercados bursátiles que, si bien ahora no están en crisis, levantan la sospecha de habitar en una burbuja a punto de reventar.

A fin de cuentas, el desenlace está por contarse. Aún es poca la aceptación de pagos vía bitcoin y son muchas sus fluctuaciones y las criptomonedas que surgen para competirle, por lo que hoy sigue siendo un instrumento lleno de idealismo y especulación en espera de consolidarse en los mercados.

Para los inversionistas que deseen ser parte de la aventura y no verla desde la barrera, en México existen varias opciones. Bitso y Volabit despuntan como las plataformas más grandes de criptomonedas en el país y, además de la compraventa en el mercado, ofrecen servicios como transferencias electrónicas, préstamos y listados de comercios que las aceptan como método de pago.

El autor es socio fundador y Presidente y CEO de Orange Investments.

Esta es una columna de opinión. Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad únicamente de quien la firma y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.

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