Monterrey

La diversidad de género es rentable

Opinión. Si el 60 por ciento de las compras en esta país son realizadas por mujeres, tener mujeres en el Consejo de Administración hace mucho sentido; especialmente cuando hablamos de negocios”

El 27 de septiembre pasado la Senadora Marcela Guerra Castillo presentó ante el Senado—representando a un grupo de 60 Senadores y Senadoras de los diferentes partidos políticos—, una Iniciativa de Ley que propone reformar la Ley General de Sociedades Mercantiles y la Ley del Mercado de Valores. Es relevante mencionar que muy pocas iniciativas pueden ser llamadas "plurales", y en este rubro, el hecho de que nuestros representantes se hayan unido para sumar, tiene bastante mérito. Así que, sin duda alguna, la iniciativa responde a una necesidad
social y económica del país.

Básicamente, lo que la potencial Ley propone es promover la diversidad
en los Consejos de Administración mediante una cuota de género
que aplique tanto para hombres como para mujeres. Es decir, propone
que al menos un tercio de los miembros que compongan los órganos
de gobierno sean de "un género diferente al del resto".

Lo anterior quiere decir que en los Consejos de Administración que estén compuestos solamente por mujeres, se deberán incluir al menos un tercio de varones. Y por el contrario, que en aquellos que estén compuestos solamente por hombres, se deberán incluir al menos un tercio de mujeres.

Pero ¿Para qué la diversidad en los órganos de gobierno? Para ser
más competitivos a nivel internacional, para disminuir los niveles de
corrupción y para resolver una necesidad socio-demográfica que hoy enfrenta México.

Y es que, los estudios internacionales de más de una veintena de países que comenzaron con este sistema de cuotas de diversidad en los órganos de gobierno hace más de 20 años—muestran que la diversidad de género en los Consejos de Administración…ES RENTABLE.

Tanto es así, que no sólo se trata detener un mejor gobierno corporativo, sino de lo que ello implica: Mejores resultados netos para la empresa (hasta un 26 por ciento superiores), un mayor valor de mercado (la diversidad y la inclusión impactan la percepción del mercado y el precio de la acción); mejores resultados de clima organizacional; una rentabilidad sobre activos superior (14.7 por ciento vs. 11.5 por ciento), mayores repartos de dividendos y un aumento en la productividad de hasta un 12 por ciento.

Por si esto fuera poco, los investigadores han encontrado que cuando
los Consejos de Administración están compuestos por hombres y mujeres, existe menos corrupción… ¿Acaso no es la corrupción uno de los vicios estructurales que más le cuestan al país, a nuestras familias, a nuestras empresas y a nosotros mismos como individuos?.

Adicionalmente, la presencia femenina en los órganos de gobierno debiera ser un reflejo de la diversidad de género en los grupos de interés — y es que, desde hace 35 años, se empezó a notar en México un ligero incremento en la cantidad de mujeres respecto a los hombres.
Hoy, esta diferencia se ha acentuado, habiendo 3.4 millones más de mujeres que de varones en nuestra nación.

Por ello, la presencia femenina en los Consejos de Administración no
sólo es rentable para las compañías públicas y privadas, sino que también es rentable para la sociedad en general… ¿Cómo queremos que las siguientes generaciones de mujeres puedan ejercer y desarrollar su potencial profesional si no tienen modelos a seguir? ¿Cómo aspiramos a que sean independientes, a que contribuyan a la economía—y a las pensiones—, y que manejen su patrimonio si no se les prepara para ello? 

La realidad del siglo XXI es otra; la composición demográfica de México es diferente. Por ello, nuestro país debe ejercer acciones que nos ayuden a transitar a la modernidad y que nos impulsen a mejorar nuestra competitividad en el ámbito internacional.

Como decía un famoso Director General: "… Si el 60 por ciento de las
compras en esta país son realizadas por mujeres, tener mujeres en el Consejo de Administración hace mucho sentido; especialmente cuando hablamos de negocios" … ¿O no?

* La autora es Socia de Trevinyo-Rodriguez & Asociados, Fundadora del Centro de Empresas Familiares del TEC de Monterrey y Miembro del Consejo de Empresas Familiares en el sector Minero, Petrolero y de Retail.

Esta es una columna de opinión. Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad únicamente de quien la firma y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.

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