Monterrey

Hiram Peón: Cumplir y hacer cumplir la ley

No habría autoridades corruptos si los ciudadanos y empresarios no los quisiéramos corromper con dádivas.

Con el paso del tiempo, uno empieza a dejar de poner atención a lo importante para enfocarse en lo inmediato.

Eso paso con el 5to. Informe de Gobierno del Sr. Gobernador.

Las opiniones buscaron destacar lo positivo, principalmente con el tema de la pandemia y el manejo atinado de la reclusión voluntaria de la población. Sin embargo lo que más le han aplaudido es que le haya exigido al gobierno federal más recursos y el apoyo que le está negando al estado.

Lo inmediato sigue siendo la pandemia y por su enfrentamiento al centralismo, buen gobierno.

Lo importante sigue siendo vialidad, transporte, seguridad, y desde luego lo que están sufriendo los ciudadanos que tienen que seguir usando el transporte urbano o el metro.

Algunos usuarios del transporte, muchos de ellos, le llaman "ataúdes ambulantes" y hacen el señalamiento del Dr. Manuel de la O. subiéndose a un camión para mostrar la sana distancia, pero a las once de la mañana.

Nos dicen "que se suba a las seis de la mañana o de cinco a ocho de la noche" a esa hora no hay tal cosa llamada "sana distancia", el transporte a esa hora es un foco de transmisión del virus.

Otras quejas, el trazo de las rutas. La mayoría de las personas tienen que tomar dos y hasta tres camiones para llegar a su destino. Hacen consultas de lo que les conviene, como el propio presidente Andrés Manuel López Obrador queriendo hacer una consulta para preguntar si enjuicia o no a los expresidentes. Pregunten mejor a la gente que usa el transporte por donde deben de ir las rutas, pregunten donde poner rutas perimetrales y donde no. Pregunten cuánto gasta una persona en transporte todos los días y cuánto tiempo pierde tomando dos y hasta tres camiones para llegar a su casa.

¿Cuánto le cuesta a la ciudad tener a un millón cuatrocientos mil trabajadores en el transporte, camiones o metro, por cuatro horas todos los días?

Pero es fácil entender que, ante el poder del dinero y la influencia comprada de los dueños del transporte, las autoridades se hacen de la vista gorda y cada año se avientan la pelotita olvidando lo importante, por lo inmediato.

Ahorita en el verano, casi otoño, los camiones van con las ventanas abiertas para que circule el aire, y atenuar así la concentración de los virus que portan todos los pasajeros en el interior.

Pero ¿Se imagina que va a pasar en el próximo invierno? ¿Mantendrán abiertas las ventanas? Claro que no. Entonces ¿Qué pasará en el interior de esos ataúdes ambulantes?

No quiero ni pensarlo. Esto es lo importante: la salud de las personas, el bolsillo de las personas, la seguridad de las personas. Los que van a trabajar todos los días sin importar lluvia, sol o vientos huracanados. Ellos son los que alimentan las bocas de todos los Neoleoneses, son los que depositaron su confianza y sus votos en un gobernador independiente. Son los que se sintieron traicionados cuando los abandonaron para irse en busca de una candidatura federal. Son los que no pueden creer el chapulineo de los diputados y que no se haya aclarado, con transparencia, los casos de las cobijas, las placas, las firmas, el salario de la suegra del gobernador, el dron millonario.

Nadie puede negar que ha hecho un buen trabajo, de alcalde de un municipio chico a gobernador del estado más importante, industrialmente hablando. El Bronco ha hecho lo que ha podido.

La lección para los votantes debería ser: no hay político honesto. Es parte de su naturaleza jugar con la verdad y las leyes. La tarea nuestra es cuidarles las manos y construir instituciones que hagan imposible la corrupción del gobernante.

La lección también es para el ciudadano. Así como decíamos que no habría narcotráfico en México sino hubiera consumidores en Estados Unidos. De la misma forma podemos decir que no habría autoridades corruptas si los ciudadanos y empresarios no los quisiéramos corromper con dádivas.

Detuvieron y expulsaron a 8 agentes de tránsito por el contubernio entre autoridades y choferes de grúas. Pero eso no hubiera pasado si los ciudadanos respetaran la ley y no se estacionaran en doble fila. Si además hubieran reconocido su falta al reglamento de tránsito y hubieran aceptado pagar su delito. Pero no, en lugar de cumplir con la ley le ofrecen dinero al agente de tránsito y luego se arreglan también con el chofer de la grúa, y luego van y se quejan de que los están extorsionando. ¿Quién provocó todo? .

Todos tenemos que cumplir la ley. Todos. Y los que detentan la autoridad tienen una mayor obligación porque han aceptado que su trabajo es "siempre cumplir y hacer cumplir la ley". Sin importar niveles sociales, ni recursos económicos. Esto lo vemos en todos los municipios. Es trabajo de todos.

Mantengamos viva la esperanza. !Hasta la próxima¡.

El autor es experto en comunicación corporativa y situaciones de crisis. Cuenta con un MBA del ITESM .

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Twitter: @Hirampeon

Esta es una columna de opinión. Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad únicamente de quien la firma y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.

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