Monterrey

¿Hay un doble discurso en materia de finanzas públicas en Nuevo León?

OPINIÓN. La versión de que la administración actual tomó un Estado "en quiebra", es cuestionable al considerar que las finanzas de Nuevo León registraron un superávit de 3 mil 746 millones de pesos, producto de unos ingresos por 59 mil 418 millones de pesos durante el periodo enero a septiembre, y unos gastos de 55 mil 672 millones de pesos.

En días pasados, circuló por la red un video donde se señala que se han generado y difundido muchas "Mentiras" que desprestigian a la actual administración, y entre otras cosas, se presenta una gráfica donde se proyecta que para el cierre de este año, se registrará un déficit de 8 mil 959 millones de pesos en las finanzas del Estado.

Sin embargo, si revisamos el estado que guardan las finanzas públicas de Nuevo León al 30 de septiembre de este año, de conformidad con los estados financieros que la actual administración puso a disposición del Congreso del Estado el pasado 30 de octubre, para nuestra sorpresa, se reporta un SUPERÁVIT de 3 mil 746 millones de pesos, producto de unos ingresos por 59 mil 418 millones de pesos durante el periodo enero a septiembre, y unos gastos de 55 mil 672 millones de pesos.

El mismo reporte señala que al 30 de septiembre, el renglón de "Efectivo y Equivalentes al Efectivo" al final del periodo registraba un saldo de 5 mil 265 millones de pesos.

Más aún, si a ese saldo en "Caja" se le suman las disponibilidades provenientes de "Inversiones Financieras", por un monto de 2 mil 815 millones de pesos, se pone de manifiesto que las nuevas autoridades recibieron unas finanzas públicas con un saldo positivo en disponibilidades del orden de los 8 mil 080 millones de pesos, lo que contradice la versión de que se recibió un Estado "Quebrado" y con un Déficit de 9 mil millones de pesos.

Siguiendo con el análisis del reporte de las finanzas estatales al mes de septiembre que se presenta al Congreso del Estado, nuestras autoridades hacendarias estatales, presentan información sobre las modificaciones autorizadas al ejercicio ingreso-gasto, que vienen a ser una especie de proyección de cifras de cierre para 2015, y proyectan unos egresos totales por 89 mil 100 millones de pesos, de los cuales 4 mil 700 de millones se identifican como operaciones "virtuales", que solo son registros contables.

Por parte de los ingresos, se proyectan recibir 86 mil millones de pesos, (incluyendo también las operaciones virtuales), por lo que el Déficit presupuestal que arrojan estas cifras es de solo 3 mil 100 de millones de pesos, y no de 9 mil millones de pesos, como se asegura en el video ya mencionado.

Otra conclusión que se deriva de esta información, es que el sobregiro que se proyecta en las finanzas estatales, se basa en "Proyecciones" de gasto que va a efectuar el nuevo gobierno durante los últimos tres meses del año, ya que la realidad presupuestal al 30 de septiembre arroja un ejercicio superavitario de 3 mil 700 millones de pesos.

Es decir, la actual administración, en los últimos tres meses de 2015, habrá de gastar (deduciendo ya las operaciones virtuales) 29 mil 200 millones de pesos, cuando en los nueve meses anteriores se ejercieron 55 mil 700 millones, es decir, el nuevo gobierno gastará 9 mil 733.8 millones de pesos en promedio cada mes, lo que representa un incremento del 57.1 por ciento comparado con el promedio de gasto durante los primeros nueve meses del año, el cual fue de solo 6 mil 195.5 millones de pesos, y eso que hay programa de austeridad.

Visto desde la óptica del déficit que nuestras autoridades proyectan para los tres últimos meses de este año, (sobregiro del gasto con relación al ingreso), se proyecta en 6 mil 800 millones de pesos.
Considerando que en los primeros nueve meses del año hubo superávit de 3 mil 700 millones de pesos, la cifra de cierre de año arrojaría un déficit anual de 3 mil 100 millones de pesos.

Ojalá que nuestras autoridades transparenten en qué van a gastar los 29 mil 200 millones de pesos en sus primeros tres meses de gobierno.

Esta es una columna de opinión. Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad únicamente de quien la firma y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.

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