Monterrey

Globalización en México, tan buena como el guacamole

OPINIÓN. México, a diferencia de Brasil y otras “economías cerradas” de la región latinoamericana, sigue apostando por la apertura de sus fronteras; pues como saben, nuestro gobierno está trabajando ahora para ampliar los alcances del NAFTA a los mercados de Asia Pacífico por medio del Acuerdo Trans-Pacífico.

Les comparto que recientemente leí una entrevista que Bloomberg le hizo a Pedro Aspe Armella, quien fuera Secretario de Hacienda en tiempos de Carlos Salinas y quien firmara por nuestro país el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (NAFTA, por sus siglas en inglés).

Los comentarios de Aspe, durante la entrevista que le hicieron, se enfocaron en criticar la actitud negativa y el pesimismo con el que muchos países miran hoy en día a los efectos de la globalización; y en especial, al libre comercio.

Y aplaudía que México, a diferencia de Brasil y otras "economías cerradas" de la región latinoamericana, sigue apostando por la apertura de sus fronteras; pues como saben, nuestro gobierno está trabajando ahora para ampliar los alcances del NAFTA a los mercados de Asia Pacífico por medio del Acuerdo Trans-Pacífico (TPP - Trans Pacific Partnership).

Asimismo y para mi gusto, pienso que Aspe logró explicar con mucha claridad los beneficios de abrirnos a las fuerzas de la oferta y la demanda internacional, pues comentaba que se podían entender usando como ejemplo a un modesto taco de guacamole; pues en su caso y para disfrutarlo, propiamente se requieren dos "commodities": maíz y aguacates.

Magistralmente explicaba que la oferta de los aguacates en México es superior al nivel de su demanda interna; por lo cual, el guacamole que se consume en el resto del mundo se satisface con los muy rentables aguacates que los mexicanos no nos comemos y exportamos.

Por otra parte, la demanda de maíz para tortilla en México duplica su propia oferta; situación por la cual, nos vemos motivados a importar permanentemente dicha materia prima.

Luego entonces, si en México no exportáramos nuestros aguacates a través de las reglas del libre mercado (y entre ellas el principio de plena competencia), el resultado sería que no tendríamos el flujo suficiente para comprar el maíz que consumimos; y el resultado de haber optado por una política económica cerrada, sería que los mexicanos no tendríamos suficientes tortillas para disfrutar un simple taco de aguacate.

Ahora bien, y como dato curioso, cabe aclarar que Pedro Aspe también fue quien integró a México a la OCDE; y es esta la que por años ha estandarizado la reglas internacionales de libre mercado y ha definido a través de sus guías lo que debemos entender por una regla que afecta a todas las emprendas en México y como les decía se llama Principio de Plena Competencia (Arm's Length Principle).

GLOBALIZACIÓN Y COMPLIANCE
Luego entonces, es importante que estén al tanto de que en México, el artículo 76 fracción XII de la Ley de la vigente Ley del Impuesto sobre la Renta, le impone a todas las empresas que realicen operaciones con partes relacionadas, la obligación fiscal demostrar que cumplen con el Principio de Plena Competencia a través de la elaboración de un Estudio de Precios de Transferencia.

Así pues, si quieren saber si su operación cae en los supuestos establecidos por la ley; no dude en contactarnos y lo apoyaremos para estar en cumplimiento.

* El autor es Director General Despacho Elizondo Cantú, S.C. (DECSC).
Member of Allinial Global

Esta es una columna de opinión. Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad únicamente de quien la firma y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.

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