Monterrey

Genera expectación gasoducto

OPINIÓN. En este febrero, el magno desarrollo gasero, entra en su etapa final licitatoria para arrancar los trabajos de construcción en marzo de este mismo año.

Aunque la noticia se venía cocinando en algunos círculos desde 2014 y en otro más selectos desde hace un poco más de 12 años atrás, la semana pasada cuando se reveló la información en diversos medios nacionales sobre la construcción del gasoducto marino que se instalará entre Estados Unidos y México, con una inversión superior a tres mil millones de dólares, llamó la atención por ser la obra de ingeniería marina en materia energética más interesante de las últimas décadas que se construirá no sólo del país, sino internacionalmente hablando.

Javier Guzmán García, gerente de Nuevas Áreas de Oportunidad de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), durante una reunión privada con el gobernador Egidio Torre Cantú, en Ciudad Victoria, Tamaulipas, comentó fascinado sobre este gasoducto marino que sería el más importante de México y que solo a nivel internacional les ganaba el que se había construido en Rusia. Coincido con su fascinación, pues nuestro país cuenta con varios desarrollos que interconectan a las plataformas entre sí, así como conectan con la placa continental terrestre para atraer el hidrocarburo extraído hacia las refinerías o procesadoras, pero ninguno está diseñado como el ya conocido y próximo Gasoducto Marino Sur de Texas – Tuxpan.

En este febrero, el magno desarrollo gasero, entra en su etapa final licitatoria para arrancar los trabajos de construcción en marzo de este mismo año. Cabe destacar que las licitaciones internacionales han sido públicas y con la participación en todo el proceso de Transparencia Mexicana, por lo que ha atraído la atención de una veintena de empresas tales como: Abengoa México, Arendal, Fermaca Pipelines, Grupo Cocomex, ICA Flour, Carso Electric, Operadora CICSA, Enbridge, IEnova, Enagas, Grupo Protexa, Halliburton, Nuvoil, Sbsea 7 México, Transportadora de Gas Natural, Williams, Techint, Bechtel y DeAcero.

Resulta muy interesante que esta magna obra que se construirá entre 30 y 50 metros de distancia de lejanía de la costa, contempla desarrollar las comunidades tamaulipecas para incentivar la sustentabilidad social, tal como indican los Principios de Ecuador, así como la utilización de materias primas amigables con la flora y fauna marítima del Golfo de México. Es decir, una vez concluida la construcción en 2018, los pobladores costeños tienen garantizado la preservación del medio ambiente, con las medidas de seguridad para prevenir algún desastre ambiental, sino que además podrán desarrollar otro tipo de actividades alternas a la pesca, quizás, como el ecoturismo.

Entre los 24 nuevos proyectos que está trabajando en este momento la CFE, se consideran los gasoductos La Laguna a Aguascalientes, Villa de Reyes de Aguascalientes y Guadalajara, de San Luis Potosí a Tula, Empalme, Ramal Hermosillo, Ramal Topolobampo. Claro, mención aparte merece Los Ramones I y II que entra por Tamaulipas, llega a Nuevo León y concluirá en Guanajuato. Sendos kilómetros de tubería, también significan sendas oportunidades de empleo e inversión tanto para los neoloneses, como para los tamaulipecos, quienes tienen un fuerte capital económico y un interesante hándicap para aportar al sector energético de México. Habrá que estar atentos. ¿Usted qué opina? www.daviddorantes.mx

* El autor es consultor en comunicación política en la frontera norte de Tamaulipas.

Esta es una columna de opinión. Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad únicamente de quien la firma y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.

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