Monterrey

Fraudes con casas del Infonavit

OPINIÓN. La forma de operar de estos individuos es que ofrecen supuestamente casas que han sido rematadas, recuperadas o adjudicadas a favor de esta Institución, pero que aún no tienen dueño.

El día de hoy les voy a platicar de una serie de fraudes que están haciendo personas que se hacen pasar por empleados del Infonavit.

La forma de operar de estos individuos es que ofrecen supuestamente casas que han sido rematadas, recuperadas o adjudicadas a favor de esta Institución, pero que aún no tienen dueño.

Los supuestos empleados del Infonavit ofrecen casas a precios muy bajos por medio de contratos con intermediarios o mediante documentación falsa. La gente que se dedica a realizar este tipo de fechorías se ponen a buscar casas sin habitar y al detectar viviendas abandonadas que están en proceso de recuperación las ofrecen a la venta.

Los afectados dan anticipos que van desde los 30 hasta los 150 mil pesos y ha habido gente que ha querido comprar varias casas, debido a la oportunidad de adquirir inmuebles a precios muy bajos.

Les piden un anticipo para después firmar un contrato en el que supuestamente se comprometen a entregar la casa, pero al final del día eso no sucede.

Ya el Infonavit está tomando cartas en el asunto para denunciar penalmente a los defraudadores por daños a la imagen del Instituto.

Actualmente el Infonavit no vende casas adjudicadas directamente a la gente. Lo hace a través de un promotor inmobiliario autorizado y se otorgan mediante asignación o por medio de subastas, después de haber cumplido con una serie de requisitos.

Para que usted evite ser una víctima más de estos defraudadores el Infonavit recomienda que ante cualquier duda o sospecha de estafa se comuniquen con la gerencia de crédito de la delegación.

Recuerden que lo barato le puede salir caro y que nadie regala algo que tenga valor, así nada más por que sí.

De hecho este mismo tipo de fraudes se los han hecho a los Bancos y por otro lado mucha gente que ha comprado casas adjudicadas por las instituciones financieras y que las rematan los nuevos compradores no pueden ponerlas a su nombre o gozarlas porque ante el Registro Público de la Propiedad el dueño legítimo es el embargado. Ya no la puede habitar porque se la ha quitado el Banco en garantía del adeudo que tiene con la hipotecaria, pero sigue siendo el dueño legítimo y es una historia sin un buen final para el Banco o el nuevo comprador.

Nos vemos hasta la próxima.

El autor cuenta con más de 25 años de experiencia en el ramo de los bienes raíces en materia de comunicación, campañas y lanzamiento de proyectos inmobiliarios.

Esta es una columna de opinión. Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad únicamente de quien la firma y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.

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