Monterrey

Espejitos vs votos

OPINIÓN. Sirva el comentario como una analogía de lo que hoy hacemos los ciudadanos (aztecas) con nuestros votos (oro), al darlos a los candidatos (españoles), a cambio de promesas (espejitos).

Dice la leyenda que los aztecas daban su oro a los españoles a cambio de espejitos. Cierto o no, los indígenas de aquella época no le daban valor al oro y simplemente lo intercambiaban.

Sirva el comentario como una analogía de lo que hoy hacemos los ciudadanos (aztecas) con nuestros votos (oro), al darlos a los candidatos (españoles), a cambio de promesas (espejitos).

Por alguna razón que no entiendo, a los regiomontanos nos encantan los espejitos y cada seis años en las elecciones estatales los candidatos sacan sus espejitos y los ciudadanos sus votos.

Pareciera ser que como no valoramos nuestros votos (como no se le valoraba al oro), estamos dispuestos a intercambiarlos por promesas incumplibles y por demás absurdas, algunas de ellas.

A como están las cosas en el Estado, lo único que quisiera es que los gobernantes en turno hagan cosas sencillas y que evidentemente mejoren nuestra calidad de vida como ciudadanos.

Si las tareas de un municipio están íntimamente relacionadas con los servicios públicos, lo único que les pido es que no hagan otra cosa.
Realistamente no tienen para más. No podemos pedirles más porque ya sabemos que no pueden y porque no quieren.

¿Qué deben hacer? Pavimentar las calles destruidas que tenemos, corregir en la medida que se pueda idealistamente el sistema de transporte público. También pueden asegurarse de mantener las colonias y calles limpias. Que los agentes de tránsito no extorsionen y que los usuarios en los servicios en oficinas municipales se les atienda con calidad.

No es necesario que piensen en grandes planes metropolitanos. Mejor hagan lo básico, lo mínimo esperable. Ya está claro que no son líderes del todo así que mejor administren con decoro lo poco que les han dejado y traten de recuperar un poco del tiempo perdido.

El gobierno del estado está igual o peor ya que los espejitos que vendió eran más grandes. No han pasado ni cinco meses y está totalmente enmarañado. No hay indicios de que la transparencia se tome en serio, ni que sea una prioridad, ni que la capacidad económica de las finanzas alcance para terminar el metro línea 3 o que hará lo propio en corregir las vialidades.

Es ilusorio suponer que estos próximos 5 años y medio de gobierno serán suficientes para reparar el daño que se ha hecho a la infraestructura urbana, incluida la grave contaminación que nos azota.

No es una perspectiva negativa sino realista la que se sugiere que tengamos. Quisiera que se pudiera pero la verdad no se puede. Al menos los que están no pueden. Y si pueden no quieren.

Esperemos que al menos hagan lo básico, lo que diariamente vemos los ciudadanos.

Imaginemos que vamos a nuestro trabajo en un ambiente seguro, de poca contaminación y que llegamos rápido. Imaginemos que los parques están en condiciones de recibir a los niños y que las calles están limpias y seguras.

¿No podemos imaginarnos eso y suponer que es posible a corto plazo verdad? Porque sabemos que a como vamos, no es posible.

Entregamos los votos como algo sin valor a vendedores de espejitos.
Dejemos de ver espejismos y hagamos que los que gobiernan hagan bien las cosas.

* El autor es consultor en "marketing communications" con más de 25 años de experiencia. Actualmente es director de Focus Consulting Group.

Esta es una columna de opinión. Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad únicamente de quien la firma y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.

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