Monterrey

¿Es factible congelar el precio de las gasolinas?

El problema empieza porque por muchos años, la producción y venta fue un monopolio estatal, y nunca operó la Ley de la Oferta y la Demanda.

Si bien los economistas sabemos que una economía de "Libre Mercado" debe regirse por la Ley de la Oferta y la Demanda, y que hablar de controles de precios es pecado capital, también sabemos que existen fallas de mercado que deben ser corregidas por la autoridad competente, como por ejemplos los monopolios y las prácticas monopólicas, los cuales conducen a precios superiores a los de mercado, generándole al productor beneficios adicionales indebidos.

Vea por ejemplo el caso de Telmex, un monopolio gubernamental que se privatiza bajo condiciones inexplicablemente favorables a un particular, y se le protege institucionalmente para permitir que el señor Slim siga operando monopolísticamente y amase una cuantiosa fortuna, que incluso lo llevó a figurar en algún año, como el hombre más rico del mundo, (en un país pobre) con dinero mío y de ustedes, con la complacencia y complicidad de las autoridades.

Incluso cuando hay competencia, los oferentes se pueden "coludir" para fijar un precio por arriba del que se determinaría bajo la Ley de la Oferta y la Demanda, en perjuicio del consumidor, como por ejemplo el servicio de taxis en los aeropuertos, que aún y cuando ya hay más de una compañía operando, los precios son aún excesivos, pues los oferentes se coluden, y mantienen precios elevados.

La lección es, que cuando hay fallas de mercado, la oferta y la demanda no funcionan, por lo que el libre mercado debe ser "regulado" para evitar perjuicios económicos a la población.

En el caso de las gasolinas, el problema empieza porque por muchos años, la producción y venta fue un monopolio estatal, y nunca operó la Ley de la Oferta y la Demanda.

Peor aún, el petróleo y las gasolinas tradicionalmente han jugado un importante papel como fuente de ingresos públicos, baste con decir que al principio de este milenio, el IEPS a las gasolinas era en promedio de DOSCIENTOS POR CIENTO, y la población ni pío decía.

Debido al intrincado esquema fiscal de PEMEX, que se balanceaba entre el pago de Derechos y el IEPS a las gasolinas, cuando subía uno, bajaba el otro, situación que llevó, de 2007 a 2014, a registrar IEPS negativos cuando subieron los precios del petróleo, por lo que el gobierno dejó de recibir ingresos por este impuesto durante OCHO AÑOS, siendo más que compensados por el mayor pago de derechos.

Como el IEPS reaparece en 2015, al caer los precios del crudo y de las gasolinas, la reforma a la ley del IEPS de 2016, rompe el anterior balance y se impone una cuota FIJA y se elimina la fórmula que permitía el IEPS negativo, amén de que ya se habían legislado dos IEPS adicionales a las gasolinas, la cuota a los Estados, y el IEPS por contaminar.

Es decir, actualmente pagamos CUATRO impuestos a las gasolinas y si hoy el precio de la gasolina Magna es de poco más de 18 pesos el litro, tenemos que de ese precio, casi una tercera parte son IMPUESTOS, es decir, 5.80 pesos por litro.

El precio, SIN IMPUESTOS, de la gasolina Magna, es como de 12.20 pesos por litro, el cual incluye el costo de la molécula, el transporte, la distribución y comercialización, las mermas y la utilidad del gasolinero, sin embargo, a partir de la liberalización de los precios, ya no se publica el anterior desglose.

Ahora bien, la gasolina regular en Texas, que es nuestro precio de referencia, actualmente es de 2.24 dólares por galón, algo así como 10.60 pesos por litro, IMPUESTOS INCLUIDOS (contra 18 pesos en Monterrey).

De ese total, los impuestos Federales y Estatales son de 38.4 centavos de dólar por galón, por lo que el precio al público, SIN IMPUESTOS, es de 8.80 pesos el litro, contra 12.20 pesos en Monterrey!!!!!

Entonces, mientras que en Texas el consumidor paga 1.82 pesos de impuestos por litro de gasolina, en México nuestro gobierno nos cobra 5.80 pesos por litro, (220 por ciento más), mientras que el precio de la molécula, utilidad incluida, en TEXAS es de 8.80 pesos por litro, y aquí es de 12.20, (39 por ciento más) ah!, pero el petróleo es NUESTRO, como ingenuamente señala Sergio Sarmiento en su columna del pasado lunes.

En resumen, entre mayores impuestos y mayores costos de la molécula, actualmente, en Monterrey, pagamos 7.38 pesos más que los consumidores en TEXAS, por el mismo litro de gasolina. Un sobreprecio superior al CUARENTA POR CIENTO!!!!.

No hay que CONGELAR el precio de las gasolinas, HAY QUE BAJARLO.

El autor es especialista en estudios económicos y de finanzas públicas. Actualmente ocupa el cargo de Socio de Economía en Pérez Góngora y Asociados.

Esta es una columna de opinión. Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad únicamente de quien la firma y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.

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