Monterrey

Entre Líneas

Opinión. Lo que sí es un hecho es que mientras en Nuevo León el Bronco dijo que iba a cimbrar a México en la lucha contra la corrupción, empezando con la detención de su antecesor, la gobernadora de Sonora, Claudia Pavlovich, sin tanta alharaca ya tiene en la cárcel a su antecesor.

CORRUPCIÓN
El que puso a pensar a la gente durante su viaje a Monterey la semana pasada fue Andrés Manuel López Obrador (AMLO), presidente de Morena y dos veces candidato a la Presidencia de la República.

El político tabasqueño dijo después de su participación en el IMEF Business Summit 2016 que los ex gobernadores de Sonora, Guillermo Padrés, y de Veracruz, Javier Duarte, son "chivos
expiatorios" con los que el Gobierno Federal pretende dar "atole con el dedo" a la ciudadanía. Y dijo que hay otros casos de ex funcionarios a los que calificó de corruptos, como el ex gobernador Rodrigo Medina,
de Nuevo León, y César Duarte, de Chihuahua, hoy perseguidos por la justicia.

Al margen de lo que dijo AMLO, lo que sí es un hecho es que mientras en Nuevo León el Bronco dijo que iba a cimbrar a México en la lucha contra la corrupción, empezando con la detención de su antecesor, la gobernadora de Sonora, Claudia Pavlovich, sin tanta alharaca ya tiene en la cárcel a su antecesor.

ALFA
Quién ya se arrepentía de haber aceptado la invitación del IMEF a participar en su evento Business Summit 2016, fue Álvaro Fernández Garza, director general de Alfa.

Resulta que dos días antes se habían realizado las elecciones en Estados Unidos y las acciones de la empresa y sus subsidiarias caían en picada y hubo más de uno que le cuestionó sobre el asunto.

El empresario regiomontano aceptó que no tuvo la precaución de ver el calendario.

Esta es una columna de opinión. Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad únicamente de quien la firma y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.

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