Monterrey

El reporte de América Latina para el 2016

OPINION. Estamos enfrentando pandemias como el SIDA y la Diabetes con una falta adecuada de servicios médicos.

En el reporte de avances para el desarrollo económico de la región de América Latina y el Caribe, -es decir básicamente toda América excluyendo Estados Unidos y Canadá- que está preparando la ONU para el 2016 - www.undp.org- es posible encontrar las agendas políticas que deberían de guiar a nuestros gobernantes, -que con mucha facilidad pierden el rumbo- y que hoy ante las próximas elecciones en México –sugiero,- debemos de promover como agenda elemental para así apegarnos a los esfuerzos de que estas sean metas inamovibles para el próximo lustro.

América Latina y el Caribe, una región, donde países y territorios que le conforman pertenecen a la categoría de ingreso medio. Aquí, la pobreza se ha reducido y se encuentra hoy en los niveles más bajos en tres décadas. Los gobiernos vuelven a poner énfasis en la educación y la preparación de mentores capaces. La mortalidad infantil ha disminuido sin embargo estamos enfrentando pandemias como el SIDA y la Diabetes con una falta adecuada de servicios médicos.

Aún queda mucho por hacer en otras áreas como lo es impulsar la igualdad de género en el empleo. Así como el acceso a la educación y servicios de salud reproductiva. Los servicios sanitarios también necesitan importantes mejoras y hay mucho trabajo que hacer para revertir la pérdida de bosques y soporte ecológico ambiental, así como lograr la honestidad en congresos nacionales; resume el reporte.

A pesar de ser una región de ingreso medio, América Latina y el Caribe también se enfrentan a nuevos retos, como el final de su bono demográfico y una población que envejece. Otro desafío importante es la desigualdad de oportunidades para los jóvenes: uno de cada cuatro latinoamericanos de 15 a 29 años de edad es pobre o extremadamente pobre, sólo el 35 por ciento tiene acceso a la educación y 20 millones de jóvenes latinoamericanos, de 15 a 18 años no estudian ni trabajan. Eso es casi uno de cada cinco, el 54 por ciento de ellos mujeres y el 46 por ciento hombres; estos jóvenes no ven la llegada del 2016, con esperanza sino con preocupación y necesitamos generar ofertas que les brinden esperanza y soporte económico.

No obstante el progreso observado en la última década, -enumera el reporte-, alrededor de 216 millones de latinoamericanos, 38 por ciento de la población total, siguen siendo vulnerables y se encuentran en riesgo de volver a caer en situación de pobreza, dice el borrador del reporte.

Uno de los principales retos de futuro de la región es la construcción de políticas de seguridad social universal para proteger los hogares de una amplia variedad de riesgos, incluyendo el hambre, el abuso de menores y con ello el empobrecimiento. La violencia, el crimen y la inseguridad obstaculizan el desarrollo en la región. Mientras que la mayoría de regiones del mundo – excepto África-, presentaron una diminución de estos flagelos; en un día típico en América Latina, 460 personas, por lo general mujeres, son víctimas de la violencia de género, esta desigualdad sigue siendo un problema clave.

El progreso ha sido más débil en las mujeres, jóvenes, pueblos indígenas y poblaciones rurales donde las autoridades siguen jugando un papel de caciques y las desapariciones forzadas son cotidianas. Cuando comparamos oportunidades e ingresos por género, existe aún una brecha superior al 27% y el feminicidio no parece ceder.

Por otra parte, el riesgo de desastres es un reto crucial, la resistencia a desastres naturales que golpean a los más pobres siempre es latente.

Nada nuevo, salud, protección a los menores, y los derechos elementales fomentan el desarrollo psico-económico-social.

Según el análisis de la ONU, lo que determinara el "salir de la pobreza" es la educación de calidad y empleo. Esto sugiere que no basta con más crecimiento económico para construir "resiliencia" -o evitar "recaídas en la pobreza"-, se requiere un avance multidimensional en impartición de justicia, seguridad social para convertir el crecimiento económico en oportunidades sociales. ¿No cree Usted amigo Lector? Les deseo un excelente 2016.

El autor es analista político en Texas, y experto en temas de la frontera México-EstadosUnidos.


Esta es una columna de opinión. Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad únicamente de quien la firma y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.

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