Monterrey

El glamour de Hollywood pide a la ONU, jugar un rol justo

OPINIÓN. Amal Clooney pronunció ante la ONU un discurso en un intento de persuadir a los estados miembros a emprender acciones legales contra las atrocidades cometidas por Da’esh, más conocido por los estadounidenses como ISIS.

Si George Clooney, es tan atrayente como lo es su esposa Amal; le doy la razón a mi esposa. El papel que sea que desarrolle, bien podría ser un rostro hawaiano, árabe o hasta latino; George representa, junto con su esposa el espíritu de Hollywood, la internacionalidad y la apertura de mente, la antítesis de la supremacía racista.

Amal Clooney (Née Alamuddin, nació el 3 de febrero de 1978), en Líbano en medio de una guerra civil, es abogada especializada en derecho internacional y derechos humanos. Sus clientes incluyen a Julián Assange, el fundador de WikiLeaks, donde ella ha jugado un papel de vital importancia en la lucha contra la extradición de este, exponiéndose a la ira de Norteamérica y la jaqueada CIA.

También ha representado al ex-primer ministro de Ucrania, Yulia Tymoshenko, y al periodista egipcio-canadiense, Mohamed Fahmy.

El hecho a narrar a usted, estimado lector, es que esta semana, Amal Clooney, hizo una aparición ante la ONU en una conferencia titulada "La lucha contra la impunidad por las atrocidades: Traigamos Da'esh a la Justicia".

La Clooney estuvo presente en la reunión específicamente para pronunciar un discurso en un intento de persuadir a los estados miembros a emprender acciones legales contra las atrocidades cometidas por Da'esh, más conocido por los estadounidenses como ISIS. Ella estaba acompañada por una de sus clientes, Nadia Murad, activista de derechos humanos, sobreviviente del genocidio Yazidi y nominada al Premio Nobel de la Paz.

Las dos mujeres, a través de un discurso en tono de urgencia advirtieron y apelaron a los miembros de la ONU: "Ustedes deben tomar la iniciativa para asegurar la rendición de cuentas –de ISIS-, con todas las herramientas a su disposición bajo la Carta de las Naciones Unidas". El discurso concluyó: "No permitan que esto se convierta en otro Ruanda, donde al paso del tiempo se arrepentirán de haber hecho demasiado poco, demasiado tarde. No permitan que ISIS continúe con este genocidio".

Lo interesante y poco casual del caso es que la comparecencia fue el Día de la Mujer y fue el mismo día que Amal hizo público el hecho de estar embarazada de gemelos y lució una figura acentuada por un vientre que según la revista Time, "fue lo que robo cámara"; lanzando un desafortunado Tweet en el que los seguidores de tan importante medio se preguntaban si acaso Time habría sido jaqueado por "Enquirer", - el diario más amarillento y embustero del mundo… no bromeo, le lleva la delantera al "speaker" de la Casa Blanca, Sean Spicer; "el amigo de la Prensa Mundial".

Y que tiene que ver todo esto con una columna que debe de tratar temas financieros, políticos y comerciales de la relación México-Estados Unidos; pues simplemente el hecho de atraer su atención, estimado lector, con consideraciones tan importantes como el éxito de Amal Clooney, su heroicidad en el Día Internacional de la Mujer, ejemplo inconmensurable de hacer valer la verdad por la palabra y por la defensa de la justicia en un mundo donde muchos prefieren quedarse callados.

¿Cuántas mujeres u hombres en su posición confrontarían a las Naciones Unidas para conminarles a que hagan justicia a los millones de víctimas de ISIS y a otros grupos y gobiernos terroristas?

Aún, la propia representante de Trump ante la ONU, Nikki Haley, una anquilosada e ignorante plutócrata, cuando estuvo ante las Naciones Unidas solo acertó a decir en tono amenazante : "Y para aquellos países que no deseen seguir las nuevas políticas de Estados Unidos ¡Tomaremos nota de ellos!".

Estimado lector, el poder público no lo es todo, como mexicanos tomemos ejemplo y sigamos por el camino que vamos, con respeto y bajo las herramientas que nos proporciona la ley y el derecho Internacional, lograremos lo mejor para nosotros y el mundo al que pertenecemos, los otros podrán aislarse en su pobre-plutocrático mundo. ¿Está de acuerdo conmigo estimado lector?

El autor es analista político en Texas, y experto en temas de la frontera México-Estados Unidos.

Esta es una columna de opinión. Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad únicamente de quien la firma y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.

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