Monterrey

El ejemplo

OPINIÓN. Si bien Nuevo León dio el ejemplo del cambio al tener un Gobernador presumiblemente independiente, ahora tendríamos que dar el ejemplo de aplicar un juicio justo, desapasionado, independiente y objetivo a quien resulte responsable del gran endeudamiento del Estado.

Cero y van dos. La Presidenta en funciones de Brasil y el Ex Presidente de Guatemala, Otto Pérez Molina, son investigados por actos de corrupción en los últimos meses. Hay que recalcarlo: una Presidenta en funciones que es removida y un Ex Presidente que es llevado a juicio. Y nada de que el juicio de la historia, son juicios aquí y ahora.

Además, con todo y la pompa y circunstancia, la flema y la pena, David Cameron habló de estar con dos Presidentes de dos estados "fantásticamente corruptos" en una cumbre anticorrupción.

El combate a la corrupción es lo de hoy. Vamos, hasta se anunció que habrá una serie televisiva basada en el escándalo de la corrupción en Brasil. Es una moda que esperemos no sólo no sea pasajera, sino que se convierta en la norma de actuación de ahora en adelante. Bueno, en realidad no hay que esperar nada, como sociedad debemos exigir que sea la norma, no la excepción.

El Congreso deshoja la margarita legislativa y le dan la vuelta al 3 de 3. Ciertamente hay que poner en la balanza hasta qué punto se tiene privacidad como funcionario público contra la transparencia que debería existir sobre el monto y origen de sus recursos.

Lo que pasa es que la burra no era arisca, nos hicieron así a fehacientes palos que demostraron el cómo muchos, ciertamente no todos, creen que la ciudadanía (que no el pueblo) está a su servicio. No, compañeros, no es así. No se equivoquen, no estamos para servirlos a ustedes y sus familiares para que cumplan sus anhelados y opiáceos sueños de opulencia.

No hacen falta más leyes o reglamentes. Con los que hay es suficiente.
No tendrían que hacer falta denuncias y ratificaciones. Qué bueno y gracias que se han hecho. Lo que hace falta es la famosísima voluntad política de hacer que el que la haga, la pague. Basta con auditorías independientes para que salgan los trapitos al sol.

Lo que se pide es que no haya impunidad. Eso es todo. No más pero ciertamente no menos. A mí no, como seguramente a Ud. tampoco, nos regalan el dinero. Nos cuesta mucho trabajo como para que vengan unos cuantos a pretender vivir -ellos y sus consanguíneos- como reyecitos o reinitas a costa de nuestro esfuerzo.

Dice el Sr. Bronco que habrá sorpresas pronto. Ojalá sea así, porque todos estamos hasta la coronilla de ver los abusos de unos cuantos.
Está la palabra empeñada. Hay que cumplirla. Si bien Nuevo León dio el ejemplo del cambio al tener un Gobernador presumiblemente independiente, ahora tendríamos que dar el ejemplo de aplicar un juicio justo, desapasionado, independiente y objetivo a quien resulte responsable del gran endeudamiento del Estado pero sobre todo, de a donde se fue el dinero. Si hubo abusos y se demuestran, tan solo que se resarza el daño y se pague la deuda que se tiene con la Sociedad.

No a la cacería de brujas. Sí a la no impunidad. Volvamos a dar el ejemplo porque se contagia.

* El autor es Doctor en Finanzas por la Universidad de Tulane; cuenta con la Maestría en Alta Dirección de Empresas, en el IPADE. Se desempeñó como Director General de entidades del área Internacional en Santander Serfin. Es Director del programa OneMBA y tiene su Despacho asociado con Crowe Horwath para proporcionar asesoría en temas de Finanzas Corporativas.


Esta es una columna de opinión. Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad únicamente de quien la firma y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.

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