Monterrey

"El Chapolín Colorado"

OPINION.  Y es que, aunque todo pudiera ser parte de una campaña de marketing para “empujar” la película de El Chapo y que ésta rompa récord en taquilla.

Mucho se ha dicho de la captura de El Chapo Guzmán y de la entrevista que le realizaron Kate del Castillo y Sean Penn ¿Cortina de Humo? Tal vez… No obstante, es lamentable ver cómo se lleva al estrellato y se eleva a nivel de Héroe a un narcotraficante, que si bien es querido en su tierra natal por las ayudas que proporciona y por el trabajo que provee, no debiera ser un ejemplo a seguir para los jóvenes.

Y es que, aunque todo pudiera ser parte de una campaña de marketing para "empujar" la película de El Chapo y que ésta rompa récord en taquilla—según cuentan se estrena a mediados de Enero—, los valores y las señales detrás de este producto de entretenimiento son altamente cuestionables.

En entrevista, El Chapo detalló que empezó a cultivar marihuana "porque no había otro camino para ayudar a su empobrecida familia a sobrevivir". Y además reveló que hoy en día trafica más heroína, metanfetaminas, cocaína y marihuana que nadie en el mundo. "Tengo una flotilla de submarinos, aviones, camiones y botes" ¿Acaso no luce esto como una historia de éxito?

Para bien o para mal, en todas las sociedades existen modelos a seguir, "héroes" que encarnan los rasgos clave más valorados por el pueblo y cuyos comportamientos idealizamos, promovemos y aplaudimos ¿Serán entonces la tranza, la corrupción, la burla a las autoridades, el abuso de poder y la obtención de dinero fácil cualidades para elogiarse en nuestra cultura? Claro, las películas—y sobretodo la taquilla—son un negocio, pero hay que tener cuidado… A veces, reflejan nuestra idiosincrasia.

¿Recuerdan al Chapulín Colorado? Durante mucho tiempo, el Chapulín Colorado fue el héroe del pueblo latinoamericano: Siempre dispuesto a ayudar a quienes estaban en peligro; a defender a los Buenos. De hecho, en alguna ocasión, el propio Roberto Gómez Bolaños "Chespirito" mencionó que para héroes ni Superman, ni Batman,… sino el Chapulín Colorado ¿Por qué? Porque su heroísmo no consistía en ser el más valiente, inteligente o fuerte—al contrario. Su heroísmo consistía en decidir conscientemente superar su miedo; enfrentar el problema aún a pesar de sus carencias, e intentarlo, equivocarse y aprender hasta lograr su objetivo (salvar, ayudar, servir).

Así que, para Héroes en Latinoamérica, ni El Chapo, ni Pablo Escobar,…sino los empresarios familiares ¿Por qué? Porque con todo y sus complejidades familiares y de negocio, día a día se levantan con la misión de llevar a su casa un pan bien habido, de formar a sus hij@s para que sean ciudadan@s responsables, de crecer sus negocios y de dar trabajo digno y lícito… Porque con todo y las deficiencias estructurales, políticas y financieras que vivimos, siguen al pie del cañón intentando salir adelante, sorteando la inseguridad y la violencia (asaltos, secuestros, extorsiones). Porque tropiezan, se levantan y construyen continuamente, con sus propios recursos, para lograr comunidades más trascendentes. Ésos son a los que debemos hacerles un homenaje, una película, un reportaje-
En resumen ¡Queremos más Chapulines, no Chapolines!

* La autora es Socia de Trevinyo-Rodriguez & Asociados, Fundadora del Centro de Empresas Familiares del TEC de Monterrey y Miembro del Consejo de Empresas Familiares en el sector Minero, Petrolero y de Retail

Esta es una columna de opinión. Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad únicamente de quien la firma y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.

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