Monterrey

Economía de NL sufre segunda caída consecutiva

Opinión.  Donald Trump parece estar a la cabeza en las últimas encuestas. Si ello se materializa y se comienzan a cumplir las promesas de campaña, esperemos que la economía nacional se desacelere más rápidamente.

Según datos del indicador trimestral de la actividad económica estatal (ITAEE) que publica el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), la economía de Nuevo León reportó su segunda caída consecutiva en el segundo trimestre del año. Considerando las cifras ajustadas por estacionalidad, la economía se contrajo 0.8 por ciento en el segundo trimestre comparado con los primeros 3 meses del año.

Lo anterior, después de haber retrocedido 0.7 por ciento en el primer
trimestre. La región Noreste reporta retrocesos similares: Coahuila y Tamaulipas reportaron disminuciones de 0.2 por ciento en el mismo trimestre.

Analizando las series originales observamos que la economía de Nuevo
León creció 1.8 por ciento comparado con el mismo trimestre de 2015,
por debajo del crecimiento reportado a nivel nacional, 2.5 por ciento anual. Los estados de Coahuila y Tamaulipas crecieron en 2 y 0.6 por ciento anual, respectivamente. En Nuevo León, el sector industrial se encuentra en plena desaceleración, disminuyendo en 1 por ciento anual. El sector industrial en la entidad enfrenta dificultades por una menor demanda de bienes intermedios manufactureros por parte de los Estados Unidos. Dichos bienes están muy ligados con la producción industrial del vecino país y una menor demanda global (particularmente
por la desaceleración de China) y un dólar más caro, están perjudicando a las exportaciones manufactureras estadounidenses.

Por otro lado, el indicador adelantado del Producto Interno Bruto (PIB)
del INEGI para el tercer trimestre del año se publicó esta semana. Dicha
institución espera que la economía crezca 2 por ciento anual lo que representaría un aumento de 1 por ciento comparado con el segundo trimestre del año (con cifras ajustadas por estacionalidad). Si bien esto representa una mejora de la contracción trimestral observada en el segundo trimestre, existen riesgos latentes de una menor actividad hacia adelante.

El sector industrial continúa sufriendo por la caída en la producción de
crudo aunado a un sector de la construcción que reporta fuertes contracciones en la inversión y gasto en proyectos de obra pública. Ello repercutirá adversamente en la región Noreste del país que depende mucho de la industria para su crecimiento económico.

Por el lado positivo se confirma que el motor del crecimiento sigue siendo el sector servicios. El consumo privado continúa apoyando a dicho sector, respaldado por tasas de crecimiento importantes del empleo formal, la aceleración de las remesas de los Estados Unidos (alcanzaron un máximo histórico en los primeros 9 meses del año,
20 mil 043.6mdd en 2016 vs. 19 mil 762.9 en 2007) y una inflación que, si bien continúa con tendencias al alza, se mantiene en el centro de la meta del Banco de México (3.1 por ciento en la primera quincena de octubre).

Sin embargo, es muy probable que veamos una mayor desaceleración económica hacia finales del año. Con la falta de inversión en Pemex, y el recorte del gasto público, parece poco probable que el sector industrial se recupere pronto. Además, estamos a la espera de las elecciones en los Estados Unidos, donde el candidato republicano Donald Trump parece estar a la cabeza en las últimas encuestas. Si ello se materializa y se comienzan a cumplir las promesas de campaña, esperemos que la economía nacional se desacelere más rápidamente.
Todo ello serían muy malas noticias para la región noreste del país.

* El autor es el director general y fundador de GF GAMMA y catedrático en el ITESM campus Monterrey. Cuenta con un doctorado en Finanzas y maestría en Economía Financiera por la Universidad de Essex en
el Reino Unido, y una Licenciatura en Economía por el ITESM (campus Monterrey)

Esta es una columna de opinión. Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad únicamente de quien la firma y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.

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