Monterrey

Derechas + Izquierdas

OPINIÓN. La sociedad norestense tiende a la derecha, aunque el piso no esté tan parejo ni siquiera en su territorio, pero siendo México no puede cegarse a los problemas del centro y sur.

En México las visiones de gobierno de derecha se complementan con las visiones de izquierda, creando un efecto compensatorio a nivel nacional.

Tanto una ideología como la otra tienen razones de peso y de utilidad, depende de la inclinación del piso de donde se parta. Una pendiente cero es como en familia, las oportunidades son iguales para cada persona: educación, salud, financiamientos y crianza; buenas o malas.

Siempre hay alguien que irá más allá de la herencia: se disciplina, encuentra su vocación, trabaja, produce y genera más riqueza a través de la producción, la academia, el servicio, el deporte o las artes. Y la contraparte, ese pariente que vive a expensas de la herencia aun antes de recibirla.

Pero cuando la inclinación es de 45°, o bien, de 90° como en algunos estados del país, la izquierda adquiere sentido. El subsidio es necesario para que la persona funcione, porque ser pobre es muy caro y muy frustrante; humanamente es injusto y socialmente, muy peligroso.

Siendo positivos con la numeralia en Nuevo León, el 25 por ciento de la población está en condiciones de aprobar exámenes de ingreso a universidades del primer mundo porque tuvo alimentación, educación y servicios de salud de calidad; pero hay un 75 por ciento que no y el subsidio sigue teniendo cara de clientelismo, dependencia económica del gobierno.

La ideología de derecha funciona con el piso parejo, cuando cada individuo tiene las oportunidades y decide aprovecharlas, utilizarlas y explotarlas. Pero cuando el aprovechamiento se da en la desigualdad, se llama explotación. Entonces las máximas fundamentales de la izquierda son necesarias y más vale que sean atendidas para no repetir las consabidas historias revolucionarias que siempre dejan a la región con saldo en contra. Ya tuvimos una probadita entre 2011 y 2012.

Nuevo León es un estado medianero en las economías del primer mundo
, pero es un estado rico en un país con más de la mitad de pobres. Somos un estado que mantiene indicadores de calidad de vida altos gracias a una clase empresarial que aun funciona de contrapeso en las balanzas del poder. Y buena parte de la riqueza neolonesa depende de la riqueza natural del resto del país.

La sociedad norestense tiende a la derecha, aunque el piso no esté tan parejo ni siquiera en su territorio, pero siendo México no puede cegarse a los problemas del centro y sur. En La rebelión de la granja, además de la trillada trama, Orwell también narra el destino de quienes se deslindan de los problemas ajenos que no afectan el propio corral.

En tanto persistan desigualdades en el piso, se requieren ambas manos: una derecha que genere y una izquierda que empareje. No se trata de extremas ideologías, sino de necesaria alianza ante una cruda realidad.

La autora es Consejera Electoral en el estado de Nuevo León y promotora del cambio cultura a través de la Educación Cívica y la Participación Ciudadana.

Esta es una columna de opinión. Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad únicamente de quien la firma y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.

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