Monterrey

Da Ildefonso Guajardo el Vobo a Meade para la Presidencia

El funcionario dijo que el próximo Presidente debe ser abogado economista.

En una clara referencia al ex secretario de Hacienda, José Antonio Meade; el secretario de Economía, Ildefonso Guajardo Villarreal, señaló que el próximo Presidente de México debe de ser un abogado economista que ayude a reconstruir las instituciones de impartición de justicia.

El funcionario se reunió con abogados de la Facultad de Derecho y Criminología de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL) a quienes les impartió la plática "Política Comercial de México en un entorno complejo y cambiante".

"Como economista reconozco, sin duda, que ha habido una gran transformación económica de México, pero el siguiente reto es la afirmación, la reconstrucción de nuestras capacidades en materia de seguridad, de nuestras capacidades en la fortaleza del estado de derecho y sin duda, la adecuación a las nuevas tendencias en materia de derechos humanos, y por eso creo que estas son las épocas para que ojalá, en algún momento, conforme las leyes lo determinen un abogado economista pueda ser Presidente de México", dijo Guajardo Villarreal.

Dicho comentario fue apoyado por los litigantes con aplausos.

Continuó diciendo "Pepe Meade es abogado economista. Espero que no me meta en problemas con la ley electoral", indicó a los juristas entre risas.

Previo a esto, comentó que "creo que, y aquí están los medios de comunicación y voy a tener que ser muy cuidadoso de cómo lo digo, no es lo mismo cinco años antes como secretario de Economía que a partir de este momento donde ya estamos en un proceso electoral. Ahora hay que ser más cuidadoso en el uso del lenguaje".

Precisó que a inicios de la creación del TLCAN se creía que la apertura y la modernización económica iban a transformar internamente de manera radical al país, y que el crecimiento iba a empujar a la nación hacia una transformación completa.

"Tenemos que estar conscientes de que si México vivió un periodo, hasta el final de los noventas, de gran estabilidad política y de un empuje económico que tuvo sus crisis recurrentes, también tenemos que reconocer que el sistema de un partido hegemónico tendió a ser un factor de debilidad para el sistema político mexicano".

"Sí hay un efecto de 70 años de hegemonía porque de alguna manera, y eso nuestros amigos abogados lo saben, esa concentración de decisiones y de poder inhibió la maduración de instituciones fundamentales en impartición de justicia; y esa necesidad de avanzar conjuntamente en el estado de derecho, en la protección de los derechos humanos", y aseguró que ese es el gran reto que la nación tiene en su siguiente generación.

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