Monterrey

¿Cuál es el futuro de las relaciones entre los Estados Unidos y México?

OPINIÓN. Trump y los líderes mexicanos han estado en desacuerdo desde los primeros momentos de su campaña presidencial, cuando el ahora mandatario de EU acusó a México de usar a su país como un vertedero de criminales; él continua haciendo campaña para construir su muro, imponer una tarifa y revisar o incluso acabar con el TLCAN.

"Debajo de la acalorada retórica entre Estados Unidos (EU) y México hay una compleja red de vínculos que son críticos para el futuro de ambos países, declara el profesor Jeffrey Sonnenfeld de Yale, quien reunió recientemente a un grupo de líderes empresariales y políticos de ambos lados de la frontera para discutir el futuro de la relación y de la sociología de la misma; las coincidencias de la situación actual se exponen a continuación.

El presidente Trump y los líderes mexicanos han estado en desacuerdo desde los primeros momentos de su campaña presidencial, cuando el ahora mandatario de EU acusó a México de usar a su país como un vertedero de criminales; él continua haciendo campaña para construir su muro, imponer una tarifa y revisar o incluso acabar con el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).

Sin embargo, tras la retórica acalorada existe una relación compleja que convive en una simbiosis beneficiosa. México es el tercer socio comercial más grande de EU, con 582 mil millones de dólares en intercambio comercial en 2016 ¿Será esto una suficiente razón para mantener estabilidad? ¿Lograrán los empresarios, el comercio organizado y la banca estadounidense mantener el equilibrio socioeconómico de las últimas décadas entre ambos países?

Más de 40 millones de ciudadanos estadounidenses tienen raíces mexicanas y empresas mexicanas en EU, mismas que emplean a más de 123 mil personas; los mexicanos representan el grupo étnico que año con año emprende más nuevos negocios y participa con una fuerza de trabajo del 17 por ciento; más del 80 por ciento de los mexicanos trabajan en actividades agrícolas o puestos manuales de trabajo intenso o que representan riesgos para la salud , actividades que ningún otro grupo desea desempeñar; sin embargo, al menos el 30 por ciento de esos trabajadores no tienen autorización de trabajo y son desplazados de México por la inseguridad existente, falta de soporte económico o programas sociales que les brinden oportunidades y ante un futuro ciertamente desesperanzador, han preferido sacrificar su status de ciudadanía actual ante lo que ellos ven como la posibilidad de que sus hijos puedan tener mejor futuro, sin embargo la nueva administración Trump no piensa lo mismo.

En materia de economía derivada del comercio internacional, el TLCAN, presenta problemas que son diferentes en el frente tecnológico que han surgido desde que se aprobó el acuerdo hoy es un activo político para el señor Trump. Los cambios desde el 93, son indiscutibles, la evolución en las telecomunicaciones, problemas de propiedad intelectual, el comercio por internet, por mencionar algunos.

Ha habido una revolución en materia de energéticos. En integración de insumos que exige el TLCAN, existe confusión al tratar de rastrear el origen de los productos, pero es claro que más del 40 por ciento de la integración se origina en EU, se importa a México y luego regresa a EU; sin embargo el hecho no está en grados de integración, sino más bien en el hecho de que Trump, ve su futuro político de reelección si desmantela el TLCAN, si erige un muro de buen tamaño y si logra de cualquier forma obtener ingresos "provenientes" de México para probar que los mexicanos están pagando por parte del muro.

Una porción importante de la economía de México se basa en exportaciones a EU y otra en remesas originadas por trabajadores en ese país; ante las nuevas reglas, -sean las que sean-, ambos procesos se ralentizarán y esto afectará los empleos en México; una economía mexicana enferma no será buena para EU tampoco.

Hoy sabemos, que la nueva administración Trump está trabajando en cambios importantes para la expedición de visas y nuevas políticas migratorias,-no necesariamente en una reforma migratoria consensada por los legisladores-, así que solo es cuestión de días, lo más seguro es que este mismo año, en que se den a conocer las nuevas reglas, lo que traerá consecuencias de animadversión y se refleje en altibajos en el tipo de cambio, lo que acarreará desequilibrios en la economía, en el mercado transfronterizo y a pesar de las buenas voluntades de catedráticos, como el profesor Sonnenfeld, la relación México-EU se deteriorá en picada hasta extremos que hoy no alcanzo a vislumbrar.

El autor es analista político en Texas, y experto en temas de la frontera México-Estados Unidos.

Esta es una columna de opinión. Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad únicamente de quien la firma y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.

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