Monterrey

Crece impunidad en México

Nuevo León tiene un nivel de impunidad considerado como muy alto, al pasar de 71.63 a 72.08 puntos, entre 2016 y 2018, lo que nos ubica en el lugar 17 a nivel nacional.

La impunidad en México subió en el último año, de acuerdo con el Indice Global de Impunidad IGI-MEX 2018, elaborado por la Universidad de las Américas Puebla (UDLAP).

Para la construcción del ISI-MEX, los analistas de la UDLAP examinan un total de 35 variables relacionadas con diversos aspectos de este fenómeno y elaboran un índice con valores entre 0 y 100, donde el valor más alto representa un mayor nivel de impunidad.

Las variables incluidas se agrupan en tres dimensiones: estructural, funcional y derechos humanos e incluye aspectos como delitos registrado por cada mil habitantes, porcentaje de sentencias condenatorias, ingresos penitenciarios entre condenados y porcentaje de reclusos sin sentencia, entre otras. El índice de impunidad en México aumentó tanto en el ámbito global como en el de los estados. Tomando en cuenta a las 32 entidades del país, el promedio nacional del Índice de Impunidad (IGI-MEX 2018) aumentó a 69.84 puntos, en comparación con la última medición de 2016 que fue de 67.42.

Las entidades calificadas con los mayores índices de impunidad fueron el Estado de México, con 80.06 puntos, Tamaulipas, con 78.88, Baja California (78.08), Coahuila (77.88), y Quintana Roo, con 77.33 puntos en la última estimación. Nuevo León tiene un nivel de impunidad considerado como muy alto, al pasar de 71.63 a 72.08 puntos, entre 2016 y 2018, lo que nos ubica en el lugar 17 a nivel nacional.

México ocupa el cuarto lugar del Índice Global de Impunidad (IGI-2017) con 69.21 puntos, superado solamente los las Filipinas, con un índice de 75.6, la India, con 70.9 y Camerún con 69.39 puntos. México encabeza la lista de países del continente americano con el más alto índice de impunidad, seguido por Perú, con una calificación de 69.04 puntos, Brasil (66.72 puntos) y Colombia, que registró 66.57 puntos en la evaluación más reciente.

En una entrega anterior comentábamos que México se ubicó en la posición número 135 de 180 países evaluados en materia anticorrupción, de acuerdo con el Índice de Percepción de la Corrupción 2017 publicado por Transparencia Internacional y Transparencia Mexicana.

Esta combinación de corrupción e impunidad está causando cada vez más indignación y descontento entre la población mexicana, y ciertamente no es exagerado decir que son de los principales problemas percibidos por los mexicanos. En las próximas elecciones, seguramente muchos de los ciudadanos tendrán presente la persistencia y evolución de estos problemas a la hora de decidir por quién votar, y el sufragio sería un auténtico "voto de castigo" en los próximos comicios.

Cae productividad en NL

La productividad por hora trabajada en el sector comercial de Nuevo León bajó en el cuarto trimestre de 2017, de acuerdo con el Índice Global de Productividad Laboral de la Economía (IGPLE), elaborado por el INEGI. La productividad en el comercio al mayoreo disminuyó -4.7 por ciento en el cuarto trimestre, mientras que en los comercios minoristas la tasa fue de -5.6 puntos porcentuales.

Por otro lado, la productividad por hora trabajada en la industria manufacturera nuevoleonesa subió en 2.8 por ciento durante el periodo considerado. A nivel nacional, el IGPLE registró una tasa negativa de 0.1 por ciento, destacando la reducción en sector secundario, con una caída de -3.3 puntos porcentuales. Los sectores más afectados fueron el comercio al mayoreo, con una caída de -3.3 por ciento, el comercio al menudeo (-1.7 por ciento) y la industria manufacturera, que registró una disminución de -1.6puntos porcentuales.

En tanto que, la productividad del trabajo en la industria de la construcción se incrementó en 0.3 puntos porcentuales y en las empresas de sector servicios en 1.3 por ciento en el periodo de referencia.

El autor es economista dela UANL, con Doctorado en la Escuela de Graduados de Administración y Dirección de Empresas (EGADE) del ITESM. Es profesor de la Facultad de Economía de la UANL y miembro del SNI-Conacyt.

Esta es una columna de opinión. Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad únicamente de quien la firma y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.

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