Monterrey

Claroscuros en la inseguridad

La menor percepción de inseguridad en Nuevo León se registra en San Pedro Garza García, en donde el 33.5 por ciento de la población manifestó sentirse insegura.

La percepción de la inseguridad en el Area Metropolitana de Monterrey registra valores muy diferentes entre los distintos municipios que la componen, de acuerdo con la última edición de la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU), realizada por el INEGI durante la primera quincena de junio de 2018,

La menor percepción de inseguridad en Nuevo León se registra en San Pedro Garza García, en donde el 33.5 por ciento de la población manifestó sentirse insegura, este es el porcentaje más bajo en las 65 ciudades en las cuales se levanta la ENSU.

Por otro lado, el municipio con una mayor percepción de inseguridad fue Monterrey, en donde el 73.8 por ciento de los habitantes adultos manifestaron vivir en un ambiente de inseguridad, seguida por Apodaca, con el 63.7 por ciento y Guadalupe, en donde el 57.3 por ciento de los ciudadanos revelaron estar en condiciones de inseguridad.

A nivel nacional, en la última encuesta realizada por el INEGI durante la primera quincena de junio de 2018, el 75.9 por ciento de la población de 18 años y más consideró que vivir en su ciudad es inseguro.

Las ciudades con mayor porcentaje de personas adultas que consideraron que vivir en su ciudad es inseguro fueron: Reynosa, donde casi la totalidad de la población (el 97.2 por ciento), manifestó encontrarse en condiciones de inseguridad, Fresnillo, Zacatecas, con el 95.8 por ciento y Cancún, en donde el 94.1 por ciento de la población manifestó vivir en condiciones de inseguridad.

La ENSU, con periodicidad trimestral, ha realizado a la fecha veinte levantamientos. El primero de ellos se llevó a cabo en septiembre de 2013, por lo que cubren prácticamente todo el sexenio de Enrique Peña Nieto.

Durante el primer levantamiento de la ENSU, el 68.0 por ciento de la población adulta mexicana manifestó vivir en condiciones de inseguridad. Este porcentaje mostró una tendencia continua y ascendente en el periodo, hasta alcanzar un máximo de 76.8 puntos en marzo de 2018, que se redujo ligeramente a 75.9 por ciento en junio.

La perspectiva en materia de inseguridad no es mejor. En el último levantamiento de la ENSU, el 68.3 por ciento de los ciudadanos manifestaron que la inseguridad seguirá igual o peor en los próximos doce meses.

El incremento en la inseguridad fue una de las desafortunadas características de la administración del Presidente Peña Nieto, que afectó de manera pronunciada la confianza, el nivel y la calidad de vida de los ciudadanos, siendo en buena parte responsable del voto de castigo y la estrepitosa derrota del PRI en las últimas elecciones.

Uno de los objetivos prioritarios en la administración el nuevo Presidente, Andrés Manuel López Obrador deberá ser el combate a la inseguridad y la percepción que tienen los ciudadanos acerca de la misma.

Se han anunciado algunas medidas preliminares, como una posible amnistía para cierto tipo de delincuentes, así como cambios legislativos y regulatorios sobre el uso de ciertas substancias presumiblemente tóxicas. Esperemos que estos esfuerzos contribuyan en algo a la disminución de la inseguridad, que es uno de los problemas más urgentes que enfrenta la sociedad mexicana.

Crecimiento y apreciación

El Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE) se incrementó en 2.2 por ciento durante los primeros cinco meses de 2108. Los sectores más dinámicos durante este periodo fueron los relacionados directa e indirectamente con los procesos electorales.

El comercio al mayoreo creció a tasas anuales de 5.9 y 3.5 por ciento en abril y mayo, respectivamente, mientras que las ventas al menudeo se incrementaron en 7.8 y 4.4 puntos en los meses mencionados.

Otro sector que creció por encima del promedio fueron los transportes e información en medios masivos, que registró tasas de 4.6 y 6.3 por ciento en los meses en cuestión.

El autor es economista dela UANL, con Doctorado en la Escuelade Graduados de Administración y Dirección de Empresas (EGADE) del ITESM. Es profesor de la Facultad de Economía de la UANL y miembro del SNI-Conacyt.

Esta es una columna de opinión. Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad únicamente de quien la firma y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.

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