No Me y Yo No son dos personajes arraigados en la sociedad mexicana y que son altamente perjudiciales para la salud del país. No son de una región en particular, ni está claro cuando nacieron. Pero están aquí, espero que no para quedarse.
No Me es pasivo, considera que todo en la vida se lo merece y que alguien (quien sabe quién) se lo proporcionará. Cree que con estirar la mano todo le caerá por arte de magia, es más, considera que se le tiene que leer el pensamiento y adivinar lo que necesita. ¿Una mala educación, en el sentido de una sobreprotección hizo que, si bien no nació así, se convirtió en eso? Pudiera ser, pero si a los 30, 40 o inclusive más años de edad, sigue así, difícilmente se le puede achacar a los padres. "El profesor (o la miss según sea el caso) no me enseñó", "la escuela no me preparó", "mi jefe no me dio instrucciones completas", "mis compañeros de trabajo no me "facilitan la vida" (como si tuvieran que estar atentos a mis necesidades)", de ahí nos pasamos a "El gobierno no me da". Y el resto es historia.
Yo No es otro de los personajes perjudiciales. No hay nada en la vida que lo empuje a mover un dedo. "Yo no me meto porque eso en mi casa, no" "Yo no opino, ni cuestiono nada, a nadie (léase candidatos)" "eso es de los viejitos", dicen los jóvenes (más bien inmaduros). Así les pasó a los alemanes que no eran nazis cuando empezó la persecución contra los judíos. En un documental de la época, preparado por el Departamento de Defensa americano, una persona arenga a los presentes diciéndoles que deben expulsar a los no-americanos y como los judíos, las personas de color, los cristianos cualquiera que no sea blanco (WASP: White Anglo-Saxon Protestant)
Hay que desterrar a esos personajes de la vida nacional. Si bien no llevan a cabo protestas ni cierran escuelas o carreteras muchas veces solo para empujar se agenda política, considero que son mucho más perjudiciales para el país. O lo que es lo mismo, por paradójico que se escuche, son más honestos los que llevan a cabo protestas abiertas que los No Me y Yo No's de este país.
Los partidos políticos se han dado cuenta de su existencia y los usan para su provecho.
Votamos y a veces nos toca ser funcionario de casilla, pero no hacemos mucho más. No es suficiente con votar, regalar un par de juguetes y tres mantas en diciembre (como para sentirnos mejor). Necesitamos crear fuentes de trabajo, esa será la medicina anti muchas de las carencias que tenemos.
El autor es Doctor en Finanzas por la Universidad de Tulane; cuenta con la Maestría en Alta Dirección de Em- presas, en el IPADE. Se desempeñó como Director Gen- eral de entidades del área Internacional en Santander Serfin. Es Director del programa OneMBA y tiene su Despacho asociado con Crowe Horwath para proporcio- nar asesoría en temas de Finanzas Corporativas.
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