Monterrey

Caída en la inversión impacta a la economía

La inversión continúa cayendo y la incertidumbre del sector externo y del proceso electoral son factores que continuarán deprimiendo a la misma.

Esta semana el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI) publicó los resultados de los componentes de la demanda agregada para el 2017. Al interior del indicador destaca que el motor del crecimiento continuó siendo el consumo privado, al contribuir en dos puntos porcentuales al crecimiento del PIB. En contraste, el gasto de gobierno no aportó al crecimiento (0.0 por ciento), mientras que tanto el déficit comercial (-0.9 por ciento) como la inversión fija bruta (-0.3 por ciento) le restaron dinamismo al crecimiento.

Así, la demanda interna se posicionó como el principal motor de la actividad económica. No obstante lo anterior, es importante destacar que el sector externo tiene externalidades positivas hacia el consumo interno. El sector exportador es responsable del 30 por ciento de los empleos manufactureros del país. En contraste, la caída en la inversión está afectando negativamente al crecimiento. La inversión registró caídas anuales en los últimos tres trimestres de 2017.

Lo anterior como resultado de la desaceleración de la inversión privada, por la incertidumbre sobre la renegociación del TLCAN (retrasando decisiones de inversión) y el ciclo de alza de tasas (que desincentiva la inversión). Además, destaca la fuerte contracción en la inversión pública en el año (más del 30 por ciento de caída anual), ello ante el ajuste al gasto público que lleva a cabo el gobierno federal.

En cuanto al déficit comercial, cabe destacar que, si bien el saldo para el país fue deficitario, ello se explica principalmente por el déficit en la balanza energética. De hecho, la balanza comercial excluyendo al petróleo fue superavitaria. La persistente caída en la producción de crudo está afectando negativamente a la balanza energética, restándole crecimiento al PIB.

Por otro lado, si bien el consumo privado continuó con un dinamismo positivo (terminando el año con un crecimiento de 3 por ciento anual), ya se observa una desaceleración, debido al alza en los precios al consumidor que se experimentó el año pasado y al alza en las tasas de interés (que encarecen el crédito). El crecimiento del consumo privado en el cuarto trimestre de 2017 fue de 2.5 por ciento anual, en el 2016 fue de 3.7 por ciento anual. El consumo privado representó el 46.9 por ciento del PIB.

Para este año, es probable que continúe la desaceleración del consumo privado (la inflación permanece en niveles altos y las tasas de interés continúan subiendo).

El gasto de gobierno puede acelerarse, debido al proceso electoral, aunque éste sólo representa el 8.5 por ciento del PIB. La inversión continúa cayendo y la incertidumbre del sector externo y del proceso electoral son factores que continuarán deprimiendo a la misma. La inversión representa el 16 por ciento del PIB. Finalmente, el sector exportador deberá influenciarse positivamente por el crecimiento económico de Estados Unidos en el corto plazo.

El autor es Director general y fundador de GF GAMMA y catedrático en el ITESM campus Monterrey. Cuenta con un doctorado en Finanzas y maestría en Economía Financiera por la Universidad de Essex en el Reino Unido, y una Licenciatura en Economía por el ITESM (campus Monterrey). jgarzagg@gmail.com

Esta es una columna de opinión. Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad únicamente de quien la firma y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.

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