Aunque no es un cambio inmediato, el centro de Monterrey ya inició su proceso de transformación; en donde desarrollos como el Pabellón M, La Capital, El Semillero y La Torre Vita, entre otros, esbozan lo que sería el futuro de la zona.
El mercado inmobiliario ha volteado a ver al centro y lo tiene como objetivo, prueba de ello son los edificios mencionados, sin embargo, una mayor confianza sería aún más evidente de contar con espacios públicos de calidad.
Gabriel Todd, director Instituto de Planeación de Monterrey (Implanc), señala que, "eso apela al sentido común, de que todo vuelva al centro, porque en el centro tienes distancias más cortas, porque en el centro tienes infraestructura, porque en el centro tienes actividad que antes existió y la posibilidad de tener mayor cercanía".
Explica que para una regeneración de la zona se requiere que los esfuerzos de los tres niveles de gobierno se unan, y no sólo el sector privado, destacando que la mayor aportación de la autoridad sería la aportación de espacios públicos de alta calidad, y del resto "el mercado se encargaría".
"No hemos entendido el papel que juega cada quien. El gobierno se tiene que enfocar en espacios públicos de calidad y el mercado inmobiliario en el resto, el gobierno tiene que ser inteligente, con no estorbar con planes y leyes que no incentiven este desarrollo", dijo.
No obstante, señaló que los futuros desarrollos deben ir acompañados por la creación de estas áreas públicas de gran calidad; con el objetivo de generar un flujo de personas y fomentar la convivencia, el diálogo y la paz en la comunidad.
De esta manera, añadió Todd, cualquier temor que se tenga ante un proyecto inmobiliario quedaría resuelto.
"Mientras no haya personas por ahí transitando, no vas creando un sentido de aseo, por eso es muy importante que en el centro de la ciudad se incentive y que todo mundo camine, ya que en la caminada vamos regenerando, porque el propio mercado se encarga de que al ver que vas caminando pues hay una oportunidad", explicó.
Citó el caso de la calle Morelos, en el Barrio Antiguo, donde las modificaciones al área (banquetas amplias con árboles y bancas, así como el flujo de un solo carril) permitieron un crecimiento comercial de la zona, así como un incremento al triple en la plusvalía de los inmuebles aledaños a dicha calle.
Asimismo, señaló que el enfoque que ha tenido la urbanidad del centro de Monterrey ha privilegiado el uso del vehículo.
"No es que el automóvil sea malo, pero no es correcto que se le entregue el 80 o 90 por ciento del espacio. Se trata de buscar el justo equilibrio, para que lo público tenga que ver con lo colectivo, que el auto tenga que ver con el peatón y no que lo público esté destinado sólo a la vialidad, a los autos", indicó.
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