Nuestras autoridades insisten en que el "gasolinazo" era inevitable porque han subido los precios internacionales, y porque importamos más del 60 por ciento de las gasolinas que se venden en México, consecuentemente, NO es posible venderlas por debajo de este costo, ya que se generaría un "subsidio" que impactaría fuertemente a las
finanzas públicas y se verían en la necesidad de recortar gastos "sociales", amén de que este "subsidio" beneficia más a los ricos que a los pobres.
Bueno, primeramente es necesario aclarar que México produce la materia prima que se ocupa para producir gasolinas, es decir, petróleo crudo, y segundo que la importación de "gasolinas", no es precisamente importación, ya que desde Febrero de 1993, Pemex se asoció con la empresa petrolera Shell, en una coinversión para producir gasolinas,
BAJO UN CONTRATO DE PROCESAMIENTO DE PETROLEO
CRUDO, en la refinería de "Deer Park", en Texas, por lo que en realidad lo que se "importa" es la MAQUILA asociada a la refinación, cuyo costo no llega a 40 centavos de dólar por Galón de gasolina, algo así como 2 pesos con 20 centavos por litro de gasolina, a una paridad de 21 pesos por dólar.
Aclarado esto, ahora calculemos el costo para Pemex de extraer un barril de petróleo. Utilizando la información que la misma Presidencia de la República publicó con motivo de la reforma energética, se nos informó que el costo de Pemex de extraer un barril de petróleo crudo, era de solo 5 dólares con 30 centavos.
Si el barril de petróleo tiene 159 litros, tenemos entonces que un litro
de petróleo crudo tiene un costo de extracción de 70 centavos para Pemex, a la misma paridad de 21 pesos por dólar.
Hasta aquí, tenemos que producir un litro de gasolina le cuesta a
Pemex 2 pesos con 90 centavos, pero si le agregamos las mermas y los costos de transporte, el precio final rondaría en los 3 pesos con 10 centavos, ya puesta en México.
¿Le suena bien que Pemex deba tener una "utilidad" o "ganancia" por su actividad empresarial, aún y cuando el Petróleo es de la Nación? Bueno, pues si le damos 90 centavos de utilidad por litro de gasolina, y al expendedor un peso por litro, ya vamos en 5 pesos por litro, pero ya a precio bomba al consumidor, antes de impuestos.
Ahora veamos los Impuestos, si consideramos que este IEPS federal
es de 4 pesos con 60 centavos, pero se decretó un "subsidio" que lo redujo temporalmente a 3 pesos con 18 centavos, y le sumamos el IEPS a la contaminación, de 11.41 centavos, más la Cuota a los Estados, (38 centavos para la verde, y 46.37 para la roja) entonces tendríamos que sumarle al precio de gasolina, 3 pesos con 67
centavos al precio por litro de la gasolina, algo así como el 74 por ciento
del costo de producción.
Ahora, como el IVA se aplica INCLUYENDO IEPS, (pues pagamos
impuesto sobre impuesto, a excepción de la Cuota a los Estados que no
causa IVA), éste sería de 1 peso con 33 centavos, por lo que el TOTAL los impuestos, bajo las Leyes ACTUALES, sumarían otros 5 pesos, es decir un CIEN PORCIENTO del costo de producción (con utilidad de Pemex incluida).
Entonces, el precio final, incluyendo el costo de producción, la ganancia para Pemex y TODOS los impuestos ACTUALES, (tres IEPS más IVA) debería ser de 10 pesos por litro, y no de 16 pesos, precio incluso
superior al precio internacional, impuestos incluidos, de la gasolina en
Texas, donde se vende actualmente a 11 pesos con 60 centavos por litro.
En el precio de 10 pesos por litro, el gobierno se lleva el 50 por ciento
del ingreso en impuestos (cuando en EUA es de 23 por ciento), por lo que lo JUSTO sería que incluso que BAJARA o se ELIMINARA el IEPS, como ya se empieza a promover en algunas iniciativas, y solo se dejara el IVA.
Finalmente, si importo gasolina de Texas, debo pagar como unos 7 pesos por litro, excluyendo impuestos, utilidad del expendedor, etc., considerando transporte y los impuestos mexicanos, el precio se eleva como a 13 pesos, por lo que aún y considerando precios internacionales, más impuestos mexicanos, 16 pesos por litro es un exceso.
* El autor es especialista en estudios económicos y de finanzas públicas. Actualmente ocupa el cargo de Socio Economía en Pérez Góngora y Asociados.
Esta es una columna de opinión. Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad únicamente de quien la firma y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.