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Más que acudir a las casas de empeño para obtener dinero que les permita terminar "la quincena", muchos mexicanos empeñan sus prendas para cumplir sus propósitos de año nuevo, como emprender un negocio, estudiar inglés, liquidar deudas o hacer ejercicio.
En un recorrido a diferentes casas de empeño ubicadas en el centro y oriente de la Ciudad de México, no se observaron grandes filas como en otros inicios de año, cuando la población acudía a empeñar sus prendas para reponerse del gasto de la temporada navideña.
El director general de Fundación Dondé, Javier Icaza, declaró que en primer lugar las grandes filas de antaño ya desaparecieron debido a que hoy existen miles de casas de empeño a las cuales puede acudir los pignorantes, cuando en otras épocas había escasamente 30.
Además, dijo, hoy el mexicano es mucho más previsor con el dinero que recibe el fin de año, incluso se ha podido notar en las diferentes casas de empeño que es en enero cuando acude un importante número de pignorantes a desempeñar sus valores, como uno de los propósitos de inicio de año para empezar sin deudas.
Pero un factor importante, dijo en entrevista, es que en la actualidad en enero el pignorante acude a la casa de empeño a efecto de obtener financiamiento para iniciar un pequeño negocio.
"Estamos hablando de aquella persona que quiere poner una juguería y necesita de un pequeño capital para empezar el año con algo propio".
Este, dijo, ha sido uno de los propósitos que las casas de empeño vienen a cumplir en la actualidad, por lo que ya se dejaron de ver las grandes filas y el porcentaje de incremento de préstamos al día es mínimo, por lo menos en las casas de Fundación Dondé.
Durante el recorrido por diferentes casas de empeño, se observó un panorama de casi vacío total, aunque habrá que tomar en cuenta el factor del incremento de las casas, así como microfinancieras que prestan dinero al público y eso ha hecho que esta actividad se distribuya entre más instituciones.
Javier Icaza no deja de reconocer que la primera quincena de enero es una temporada difícil porque el mexicano viene de hacer gastos extraordinarios durante la temporada decembrina, aunque a diferencia de hace unos 20 años cuando había unas 36 casas de empeño, hoy son más de seis mil.
Entonces, lo que anteriormente se repartía a la población en sólo 36 casas de empeño hoy se reparte en miles y eso ha contribuido a que la gente no tenga necesidad de hacer tantas filas, además hoy las casas abren incluso el fin de semana.
En el caso de la Fundación Dondé, dijo que el crecimiento en el nivel de pignorantes en estos primeros días de enero ha sido un mínimo de un dígito, por lo que no se ha registrado un crecimiento tan importante.
Aunque la "cuesta de enero" se prevé que continúe hacia finales del mes, cuando podría incrementarse el nivel de pignorantes, refirió, ese repunte para todo el mes sería de apenas un dígito.
No obstante, "esperamos un poco más prendas de oro, porque el precio del metal ha disminuido y entonces el monto del préstamo que se hace es menor y la gente busca empeñar un poco más de prendas para obtener un mayor monto de efectivo".
El oro, dijo, es la prenda que hoy se sigue empeñando más por tradición, ya que es de la que se obtiene el mayor beneficio, es decir, que más de 95 por ciento siguen siendo alhajas y relojes.
Para Rocío Santamaría, quien lleva unas cadenas de oro y plata a empeñar, le interesa inscribirse a un gimnasio y quiere aprovechar el descuento que ofrece este establecimiento en enero, para lo cual requiere dinero "de inmediato".
Julio N, por su parte, quiere terminar de pagar un préstamo personal y recurre al empeño para ya no pagar intereses, "debo solo tres mensualidades y ya las quiero pagar, me sale más barato el empeño", afirma.