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Educación superior privada, sí está a tu alcance

Obtener un grado académico en una universidad particular de prestigio es posible con buenas calificaciones y dinero, pero si esta variable está limitada, se puede recurrir a una beca o un crédito.

Las universidades privadas de México con prestigio por sus profesores, programas y egresados de acuerdo con el ranking 2015, ofrecen esquemas de apoyo y financiamiento de la educación mediante becas y préstamos propios o bancarios para los alumnos que deseen cursar la licenciatura.

Los costos de la educación privada en nivel superior llegan a situarse hasta en 200 mil pesos anuales, dependiendo de la carrera y la institución, lo cual representa una limitante para obtener la licencia de una profesión en dichas instituciones, más por el cupo reducido en las instituciones públicas.

No obstante, las universidades particulares se han dado a la tarea de ofrecer becas y préstamos para financiar desde el 10 hasta el 100 por ciento de las carreras.

Por un lado, está el sistema de becas tradicional (a fondo perdido) que por lo general no cubre el total de la colegiatura, pero no tiene costo financiero.


Por otro lado, están los préstamos que realizan las instituciones o a través de bancos como HSBC y Santander, con programas parecidos a los practicados en EU que consisten en financiar gran parte o todo el ciclo escolar, y cobran el monto más intereses durante la carrera o al final de ésta, una vez que el egresado apalancado se haya ubicado en el mercado laboral.

El estudiante puede realizar una combinación de esquemas y construir el plan que mejor se adecue a sus capacidades económicas y a su trayectoria académica. Un estudiante tiene más probabilidad de obtener una beca a fondo perdido si el promedio en la preparatoria fue mayor a 8, que es el mínimo requerido para estos programas.

Cabe mencionar que no todas las instituciones cubren el costo del transporte, por lo que es importante para el estudiante seleccionar el campus más adecuado.

Expertos consideraron que al tratarse de una decisión que transforma la vida, los estudiantes tendrán que ser más certeros, pues en el caso de los préstamos, al egresar habrá que pagar la deuda, por lo que si se tomó una decisión equivocada, será más difícil afrontarla.

Añadieron que cuando los alumnos son financiados o becados tienden a valorar más su vida académica, lo cual se refleja en los resultados. El apoyo a fondo perdido es detenido si el promedio es menor al requerido o si hay asignaturas reprobadas; y en el caso de los préstamos, éstos se condicionan.

El crédito funciona como un soporte para continuar con la preparación académica, pero también sirve para incentivar la educación financiera dado que la persona tiene que pagar las obligaciones.

Si se observa de otra manera, el préstamo realizado es una inversión para el banco o el plantel y para el sujeto mismo, señaló Gabriela Zendejas, directora de becas del Tecnológico de Monterrey.

Humberto Aguayo, subdirector de asistencia pre universitaria del ITAM, dijo que las universidades privadas pretenden apoyar a los mejores estudiantes y lo hacen de diferentes maneras, ofreciéndoles ayuda económica de acuerdo con sus aptitudes académicas, artísticas y deportivas.

En cualquier caso, las universidades realizan una valoración y estudios socioeconómicos que evaluarán los comités de becas y financiamiento para determinar los niveles de cobertura que darán a fondo perdido o de préstamos propios.

Para el caso del apalancamiento bancario, el procedimiento será con los parámetros de riesgo que tenga el banco como el aval o el nivel de ingresos.

Pero al tratarse de una intermediación educativa, donde se involucran instituciones, las tasas de interés son más bajas que las del financiamiento al consumo personal, dijo Celia Guerra, coordinadora de becas y créditos de la Universidad Panamericana.

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