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LONDRES.- Los nueve miembros del Banco de Inglaterra (BoE) votaron por unanimidad elevar sus tasas de interés desde el 0.50 al 0.75 por ciento, el nivel en el que estuvieron buena parte desde la última década aparte de un lapso de 15 meses después del Brexit, cuando se produjo un recorte incluso mayor.
Los encargados de la fijación de las tasas de interés señalaron también que el banco no tenía prisa por subirlas más ante la incertidumbre del Brexit.
Economistas consultados en un sondeo de Reuters esperaban que la votación fuera de 7 a 2 en favor del alza de las tasas de interés.
El Banco Central dijo que la economía británica, aunque está creciendo más lentamente que en el pasado antes de que se concrete el Brexit, está operando casi a su "límite de velocidad", o capacidad total, lo que eleva la posibilidad de más presiones inflacionarias generadas por factores internos en el futuro.
Pero el mensaje sobre las condiciones de endeudamiento siguió enfocándose en alzas graduales y limitadas de las tasas de interés, ya que el BoE espera que la inflación se ubique apenas una fracción por encima de su objetivo de 2 por ciento en los próximos años.
La previsión estuvo basada en estimaciones de inversores que esperan una nueva alza de tasas recién para fines del 2019 o inicios del 2020, mientras que se prevé que la tasa bancaria llegue a 1.1 por ciento a fines de la década. La cifra es una fracción más baja que el pronóstico de tasas de 1.2 por ciento previsto por el Banco Central en su informe de mayo.
La quinta mayor economía del mundo se ha desacelerado desde su decisión de abandonar la Unión Europea, aprobada en un referéndum en junio de 2016.
Y cuando faltan menos de ocho meses para que abandone el bloque, Londres y Bruselas -así como miembros clave del Partido Conservador de la primera ministra Theresa May- permanecen muy alejados sobre cómo debería ser la futura relación comercial.
El BoE dijo que la economía "podría ser influenciada significativamente por las respuestas de las familias, las empresas y los mercados financieros" al desarrollo del Brexit.
Sin embargo, el Banco Central continuó destacando que la economía de Reino Unido está bajo el riesgo de afrontar una inflación demasiado elevada, incluso a pesar del débil crecimiento.
La libra se desplomó después de que la retórica agresiva del Banco de Inglaterra no logró convencer a los mercados de una perspectiva económica más brillante.
La libra se deslizó tanto como 0.9 por ciento a 1.3016 tras el anuncio, para después recortar la caída a 0.58 por ciento y cotizarse en 1.3052 unidades.
Sin embargo, analistas de la encuesta monetaria de Bloomberg aún prevén que la moneda del Reino Unido finalice el año con un alza sobre las 1.34 unidades. Su pronóstico promedio ha caído desde 1.43 hasta abril.