En un entorno carente de noticias sobre la marcha de la economía en Estados Unidos, pero también con respecto a los reportes trimestrales de las empresas, los vendedores tomaron este lunes el control de los mercados, en específico, esto ocurrió durante la última hora de actividades de la jornada, cuando se aceleraron las ventas.
En el aceleramiento de las órdenes vendedoras contribuyó la reducida actividad de los mercados, ya que este lunes celebraron en Estados Unidos, el Día de Cristóbal Colón, por lo que algunos mercados estuvieron cerrados. Así, ante un volumen de negocios ligero, un incremento en la oferta provocó una caída desproporcionada.
En ese mismo sentido influyó una actitud precavida de los participantes, ante la falta de algún catalizador que pudiera incentivar a los compradores, los cuales prefirieron mantenerse al margen.
En México, la bolsa de valores nacional reportó una contracción de 0.80 por ciento al ubicarse el índice en 43 mil 088.67 puntos, con lo cual rebasó a la baja un punto de referencia mínimo que se encontraba en 43 mil 818 puntos, del 31 de julio pasado.
Este comportamiento también se registró en Wall Street, sólo que allá las caídas fueron del doble de lo que se dio en México. Por ejemplo, en la NYSE, el índice S&P 500 terminó la sesión con un desplome de 1.65 por ciento a mil 874.74 unidades. Los participantes tenían la esperanza que este índice respetará un mínimo previo que se encontraba en mil 910 puntos, del 7 de agosto pasado.
En tanto, el promedio Dow Jones cerró la sesión con una pérdida de 1.35 por ciento en 16 mil 321.07 puntos, con lo cual dejó atrás un nivel mínimo que se ubicaba en 16 mil 368, establecido también el 7 de agosto.
En la bolsa Nasdaq la reducción fue de 1.46 por ciento, al quedar el promedio Composite en 4 mil 213.66 enteros, su lectura más baja desde el 23 de mayo de este año.
De manera que se vulneraron niveles que se consideraban firmes, y que al romperse generan nuevas señales de baja en las principales bolsas.