La volatilidad en los mercados desde principio de año ha cambiado constantemente las perspectivas sobre la tendencia que los mayores índices en el mundo podrían tomar en 2016, ya que a medida que se presentan cambios en los precios del petróleo, oro y los datos económicos de los países desarrollados y las economías en desarrollo, los índices suelen tomar una postura que inyecta una alta dosis de nerviosismo en el mercado.
En diversas ocasiones hemos mencionado que el mercado requiere de acciones contundentes basadas en una estrategia sólida que contemple posibles escenarios en los cuales sepamos cómo actuar en caso de que el mercado toque un piso, rebote o esté ante una corrección importante.
En México, en lo que va del año, el IPC acumula un retroceso de -1.31% respecto al cierre de 2015, encontrando un soporte en los niveles de las 40,265 unidades el 8 de enero y culminando una racha bajista. Sin embargo, el índice se recuperó y tocó un máximo el 4 de febrero en las 43,751 unidades, lo que implica un rally de +8.66% donde algunos inversionistas pudieron capitalizar la oportunidad.
Con esto en mente, el inversionista puede comenzar a establecer niveles con los que se sienta cómodo y que le puedan anticipar un posible cambio de tendencia, ya sea recurriendo a herramientas de valuación como los múltiplos para saber cuándo un índice se encuentra subvaluado o sobrevalorado respecto a sí mismo; o accediendo a indicadores técnicos como las medias móviles, soportes y resistencias; u osciladores como el MACD que tiene la plataforma de GBMhomebroker, acompañado de algún cambio que nos pueda alertar algún dato económico que no esté en línea con el consenso.
Hay oportunidades en la volatilidad, así que es importante estar atento y, ante todo, establecer estrategias disciplinadas con un Stop Loss, el cual puede ser el mejor aliado del inversionista.
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