CIUDAD DE MÉXICO.- El presidente de la Reserva Federal de San Luis, James Bullard, evaluó que los responsables de la política monetaria estadounidense deben ser cuidadosos a la hora de alterar el ritmo de su retiro de estímulos (Tapering, por su nombre en inglés) por el potencial impacto que pueda tener en los mercados financieros.
"Si nosotros nos movemos fuera de nuestra línea base, podríamos generar grandes repercusiones en los mercados", alertó Bullard , quien resaltó que tienen que estar en una situación donde estén seguros de que las cosas se moverán en la dirección correcta.
El martes, ante la Comisión de la Cámara de Representantes, la jefa de la Fed, Janet Yellen, dejo en claro que la "vara está muy alta para hacer una modificación en el plan". "Solo un cambio notable en la expectativa de la economía podría desacelerar el Tapering", enfatizó.
Bajo ese contexto, según Bullard, los miembros de las Fed probablemente se moverán con cautela a la hora de reducir el ritmo de sus estímulos mensuales (Quantitative Easing, por su nombre en inglés), actualmente en 65 mil millones de dólares.
El funcionario, incluso, se dio tiempo para evaluar que la Fed probablemente volverá a tomar decisiones de una manera más convencional en su política monetaria, con una guía más cualitativa, ahora que el desempleo cayó a 6.6 por ciento, muy cerca de la meta que fijó el banco de 6.5 por ciento para considerar subir las tasas de interés.
"Tenemos que regresar a formas más tradicionales de política monetaria, donde nosotros tengamos más juicios cualitativos, debido a que nos encontramos más cerca de una economía normal", abundó Bullard.
Finalmente, Bullard se dijo aún optimista sobre las expectativas de la economía, anticipando un crecimiento del Producto Interno Bruto del 3 por ciento o más para este año. "Hasta el momento no he visto algo que cambie mi perspectiva.