En diciembre de 2012 el equipo económico del entonces presidente electo, Enrique Peña Nieto, junto con el del presidente Felipe Calderón, estimaron un crecimiento del PIB de 3.5 por ciento para el año 2013, el primero de la presente adminsitración.
Sin embargo, el 17 de mayo de 2013 la Secretaría de Hacienda y Crédito Público anunció un recorte a la expectativa de crecimiento a niveles de 3.1 por ciento, como consecuencia de la inestabilidad económica global.
Posteriormente el 20 de agosto se realizó un recorte adicional, en éste caso mucho más fuerte ya que la nueva meta quedó en 1.8 por ciento,es decir, 1.3 puntos porcentuales menos, ante la volatilidad de la economía global y los temores de un inminente recorte en los estímulos monetarios de la Fed.
Los efectos de las fuertes lluvias en el verano de 2013 obligaron a la Secretaría de Hacienda a un a nueva revisión a la baja en el PIB anunciado en septiembre de ese año, quedó en 1.7 por ciento.
La cuarta revisión a la baja del PIB para 2013 fue ya en éste año, cuando lo colocó en 1.3 por ciento.
El efecto que tuvo sobre la economía el crudo invierno estadounidense, obligó a que hoy 23 de mayo se anunciara el quinto recorte a la meta del PIB en la presente administración, ahora de 1.2 puntos porcentuales al fijar la meta de crecimiento para el presente año en 2.7 por ciento desde un previo de 3.9 puntos porcentuales.
Apenas el miércoles el banco central mexicano revisó su expectativa de crecimiento, aunque Banxico maneja rangos y no cifras concretas, lo que le ha generado críticas. La expectativa para Banxico se ubica en un mínimo de 2.3 por ciento y un máximo de 3.3 puntos porcentuales. La meta oficial se ubica casi enmedio del rango propuesto por el Banco de México
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