Los contratos a futuro del cobre rebotaron desde un mínimo de cuatro años, impulsados por un informe del gobierno que mostró que actividad manufacturera en Estados Unidos, el segundo mayor consumidor mundial de cobre, se expandió en noviembre más rápido de lo esperado por los analistas.
En el Comex de Nueva York, el contrato del metal rojo para entrega en marzo, subió 1.8 por ciento para ubicarse en 2 mil 898 dólares la onza, la mayor ganancia para un contrato más activo desde el 16 de septiembre.
Más temprano, el cobre llegó a desplomarse un 2.4 por ciento a 2 mil 777 dólares la tonelada, su menor nivel desde el 9 de junio de 2010.
En noviembre, los futuros del cobre cayeron un 6.6 por ciento, la mayor desde junio de 2013, en parte por la preocupación de que la demanda del metal sería mayor en Europa y China. Este año, el precio ha caído un 15 por ciento.
Por el contrario, el cobre para entrega en tres meses subió 1.5 por ciento, a 6 mil 449 dólares la tonelada en la Bolsa de Metales de Londres.
El viernes, el metal rojo en Europa perdió 3.1 por ciento, su quinta sesión consecutiva a la baja, y acumuló una caída del 13 por ciento de su valor luego de que recientes datos mostraron un crecimiento económico más débil en China, el mayor consumidor mundial de metales.
Otros metales básicos también se unieron a la tendencia. El precio del aluminio que sumó una ganancia del 0.8 por ciento, a 2 mil 024 dólares por tonelada, mientras que el zinc ganó 1 por ciento, a 2 mil 237 dólares luego de tocar mínimos de un mes y medio a 2 mil 186 dólares.
En tanto, el contrato del plomo subió 1.4 por ciento, a 2 mil 055.50 dólares, el estaño avanzó 0.2 por ciento, a 20 mil 295 dólares y el níquel ganó 0.3 por ciento, a 16 mil 300 dólares por tonelada.
El índice de 22 materias primas elaborado por Bloomberg subió hasta 1.5 por ciento después de caer 1.7 por ciento, su descenso más pronunciado desde el 1 de mayo de 2009.