En una sesión carente de noticias, el tipo de cambio volvió a quedar en terreno negativo por tercera sesión consecutiva, lo que mantuvo al peso en mínimos desde principios de septiembre del 2013.
En operaciones de mayoreo, el dólar cerró el miércoles en 13.323 unidades a la venta, lo que implicó para el peso un retroceso de 2.80 centavos, equivalente a 0.21 por ciento. La moneda nacional acumuló una baja de 0.65 por ciento en tres jornadas consecutivas.
El tipo de cambio registró un máximo intradía en 13.3505 y un mínimo en 13.297 unidades, de acuerdo a cifras publicadas por el Banco de México.
Desde el punto de vista del análisis técnico, la paridad cambiaria acortó la distancia con respecto a una resistencia intermedia ubicada en 13.33 pesos. La siguiente línea de defensa estaría hasta 13.47 unidades.
El comportamiento de la moneda nacional estuvo en sintonía con el comportamiento de otras pertenecientes a las principales monedas de la región.
La caída la encabezó el peso argentino con 1.15 por ciento, lo que está llevando al gobierno a tener que implantar nuevas medidas para contener la ola especulativa, sobre todo en el mercado informal.
Entre las perdedoras estuvieron también las de Brasil y Colombia, las cuales experimentaron variaciones de menos 0.5 y 0.2 por ciento, en cada caso.
En el lado positivo, estuvieron las monedas de Perú y Chile, con avances marginales.
En el plano de las divisas referenciales, su comportamiento fue mixto:
En el lado ganador, se ubicaron las pertenecientes al Reino Unido y Australia, fundamentalmente.
Del lado perdedor, destacó el euro y el yen, pesar de noticias que debieron haber tendido a apoyarlas.
La principal divisa europea no logró beneficiarse de la noticia de un punto de inflexión en el comportamiento de la deuda, al reportarse una disminución en el tercer trimestre del 2013. Esta evolución señala mejores condiciones para las economías, aunque quizá se debería complementar todavía con un tipo de cambio relativamente castigado.
En el caso del yen, su debilitamiento estuvo en línea con el anuncio de que el Banco Central de Japón mantendrá una política monetaria expansiva.