CIUDAD DE MÉXICO.- En una jornada caracterizada por cierta volatilidad y la falta de noticias, los participantes del mercado cambiario nacional siguieron disminuyendo sus posiciones en pesos, aunque a una menor velocidad que lo observado en las dos sesiones anteriores.
De acuerdo a cifras reportadas por el Banco de México, el dólar cerró el martes en 15.468 unidades a la venta, lo que implicó para el peso un retroceso de 2.50 centavos o 0.16 por ciento.
La moneda nacional hila tres sesiones en terreno negativo, en donde acumula una caída de 2.08 por ciento.
En el día, el tipo de cambio alcanzó un máximo en 15.47 y un mínimo en 15.353 unidades a la venta, en el mercado de mayoreo.
En operaciones de ventanilla, también conocidas como de menudeo, el dólar se vendió en promedio alrededor de 15.75 pesos.
Desde el punto de vista del análisis técnico, destaca el hecho de que el tipo de cambio está confirmando un rompimiento al alza de un soporte que se encontraba en 15.42 unidades a la venta. Ahora, la siguiente resistencia intermedia se encuentra en 15.55 pesos.
En el contexto internacional, el dólar no presentó cambios significativos, a la espera del resultado de las negociaciones de Grecia con sus acreedores y a la publicación de cifras del sector inmobiliario en los Estados Unidos.
En México, el ánimo de los participantes en el mercado cambiario se vio apoyado por la noticia del fortalecimiento del escudo financiero.
El Banco de México informó que las reservas internacionales subieron mil 081 millones de dólares en la semana terminada el 17 de abril, lo que representó su segunda mayor alza en lo que va del año.
El saldo de las reservas internacionales se elevó a 195 mil 910 millones de dólares, aunque todavía por debajo de su máximo histórico.
El escudo financiero del país se complementa con un crédito de contingencia otorgado por el Fondo Monetario internacional por alrededor de 70 mil millones de dólares.
Las reservas internacionales y el crédito del FMI permiten a México estar mejor preparado para un cambio en los flujos de capitales del exterior, producto de la normalización de la política monetaria de la Fed.