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El peso argentino extendió un descenso de cinco días en una prueba a la decisión que tomó esta semana el banco central para defender la nueva banda cambiaria.
El peso en la plaza interbancaria se depreció 3.87 por ciento, a 41.25/41.30 unidades por dólar, tras acercarse en la operatoria intradiaria a su nivel mínimo histórico de 42 unidades para la venta.
El peso mayorista, por su parte, acumuló una baja del 10.41 por ciento en septiembre y se deprecia 54.84 por ciento en lo que va del año.
El mercado cambiario cerró con bajas ante una marcada cautela inversora pese al acuerdo crediticio firmado esta semana con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y nuevas medidas anuncidas por el banco central para ofrecer tranquilidad.
En el mercado accionario, el índice accionario Merval de la bolsa de Buenos Aires cayó 0.65 por ciento, en las 33 mil 432.75 unidades, con lo que acumuló una baja del 2.65 por ciento en la semana y recortó las ganancias de septiembre a un 13.91 por ciento.
En virtud del plan de rescate del Fondo Monetario Internacional, el banco central argentino puede gastar 150 millones de dólares para defender la moneda luego que se desplace fuera de esa área.
El acuerdo ampliado del FMI se materializó luego que Argentina atravesara tiempos turbulentos, con una caída de más del 50 por ciento en el peso este año debido a que las crecientes tasas de interés en Estados Unidos y las preocupaciones por la consolidación de las finanzas públicas llevaron a los inversionistas a vender los activos del país.
El presidente Mauricio Macri, que se ha reunido en numerosas ocasiones con la directora gerente del FMI, Christine Lagarde, para discutir el paquete de ayuda, se presentará a la reelección el próximo año y espera tener otra oportunidad en un nuevo mandato a pesar de que la economía se encamina a una recesión y la inflación supera el 30 por ciento.
A los operadores les preocupaba la publicación de una nueva encuesta electoral una semana antes de una elección presidencial muy polarizada.
Bloomberg y Reuters.