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Peso acumula caída de más de 60% en 4 años

El peso mexicano seguirá siendo utilizado como activo de cobertura, lo que podría ponerle presión en 2017, advierten analistas.

El peso ha sido víctima de una 'tormenta perfecta'. A unos días de que termine 2016, la moneda mexicana está por completar un ciclo de cuatro años consecutivos con saldo negativo, en el que ha perdido 61.18 por ciento, para elevar el tipo de cambio frente al dólar de 12.8704 a 20.745 pesos.

Un ciclo bajista de esta magnitud no se había visto desde 1998, es decir, hace 18 años.

Sólo en 2016, la moneda mexicana registró una caída de 20.53 por ciento, lo que representa su peor desempeño desde 2008, de acuerdo a datos publicados por el Banco de México.

En el año que está por terminar, el billete verde impuso 18 máximos históricos, el último de los cuales se reportó en 20.9475 pesos el pasado 11 de noviembre, en el mercado interbancario.

La moneda mexicana se vio afectada, entre otros factores, por un contexto internacional adverso. En los últimos cuatro años, la confianza de los participantes en el mercado cambiario se perdió ante problemas que van desde un lento crecimiento económico global hasta el desplome en los precios del petróleo, pasando por el Brexit y coronado por el triunfo de Donald Trump. A esos factores, se le sumó el alza en la tasa de referencia de la Reserva Federal.

En tanto, entre los factores internos, destaca la existencia de desequilibrios como el elevado endeudamiento y el lento crecimiento económico, los cuales provocaron que las principales agencias revisaran a la baja la perspectiva en la calificación de la deuda soberana.

De acuerdo con cifras reportadas por Bloomberg, el peso ocupó en el año el tercer puesto, como una de las monedas con el peor desempeño en el mundo.

El segundo y el tercer lugar fueron para el peso argentino y lira lira turca.


LAS PERSPECTIVAS
Para el próximo año, el promedio de las estimaciones apuntan a que el tipo de cambio podría cerrar por arriba de los 21 pesos por dólar, de acuerdo a un sondeo levantado por el Banco de México entre especialistas del sector privado tanto nacional como extranjero.

El 2017, sobre todo la primer mitad, no apunta bien para la moneda mexicana. Esto debido a la incertidumbre que representa el alcance de las nuevas políticas económicas que pueda instrumentar Donald Trump y los efectos que pueda provocar la activación del mecanismo del Brexit.

En lo externo, también existe expectación por la velocidad con que pueda subir el costo del dinero la Fed, situación que puede afectar negativamente a la demanda del peso mexicano.

El primer trimestre será fundamental, pues en este periodo se cumple el plazo que algunas calificadores han fijado para hacer efectiva o no la revisión de la calificación soberana de México.

Rubén Domínguez, economista en jefe de GACS, alertó que los mercados siguen utilizando al peso mexicano como "proxy hedge" ante la falta de información sobre las políticas que implementará Donald Trump.

"El peso mexicano está sobre castigado y no ha logrado apreciarse debido a una mala percepción de los participantes del mercado. Ya que ni la recuperación en los precios del petróleo debería generar una baja significativa del tipo de cambio, permitiendo que regresen los niveles promedio de correlación, debajo de 20 pesos", afirmó Domínguez.

Con información de Clara Zepeda

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