Los mercados accionarios de México y Nueva York concluyeron la jornada del jueves con pérdidas apreciables.
Para la plaza mexicana fue el último día de actividades de la semana, no así para Wall Street, donde tendrán operaciones mañana viernes.
En México, la bolsa de valores cerró con una contracción de 0.80 por ciento, con lo que el índice se ubicó en 44 mil 582.39 unidades. Cambiaron de manos 406.4 millones de acciones por medio de 268 mil 966 operaciones. De 122 emisoras que entraron a remate, 40 subieron, pero 71 se fueron a la baja.
En la semana la BMV perdió 2.6 por ciento, pero en el mes acumuló una ganancia de 1.96 por ciento.
Varios factores influyeron para una jornada de ventas: los inversionistas todavía reaccionaron al anuncio de política monetaria de la Fed del miércoles, en el que algunos participantes ven probabilidades de un incremento en las tasas de interés en junio y otros hasta septiembre o hacia el cierre del año.
Las cifras del día en Estados Unidos fueron mixtas: un menor volumen de solicitudes de seguro por desempleo, el ingreso personal estable, un incremento acorde con las expectativas en el gasto personal, la inflación en línea, y un mayor dinamismo de la economía en la región de Chicago.
Haciendo un balance se puede decir que hubo una inclinación positiva, lo que de alguna manera coincide con la visión de la Fed de una debilidad transitoria durante el primer trimestre, lo que pudiera derivar en un más pronto movimiento del Banco Central.
Sin embargo, se puede decir que no hubo en el día alguna noticia que provocara la ola vendedora, pero el contexto en general explicó el movimiento: en la práctica, la Fed dejó abierta la posibilidad de que un incremento en los réditos pudiera darse desde junio, aunque la mayoría de los analistas lo prevén a partir de septiembre.
Sin embargo, datos mejores a lo esperado ponen nerviosos a los mercados, que temen un alza antes de lo anticipado.
Además, las expectativas de resultados de las empresas no parecen por ahora muy promisorias, de manera que no se aprecia algún catalizador en el horizonte.
Buenos reportes de empresas como Exxon Mobil y Shell no hicieron mucho por el mercado; por el contrario, un informe menor a lo esperado de Celgene contribuyó a la caída de la bolsa Nasdaq, donde también perjudicaron bajas en acciones de muy elevada capitalización como Apple, Google e Intel.
En consecuencia, en la bolsa de Nueva York el índice Dow Jones terminó la sesión con una caída de 1.08 por ciento en 17 mil 840.52 unidades, mientras que el índice S&P 500 declinó 1.01 por ciento en 2 mil 085.51 puntos. En la bolsa Nasdaq la pérdida fue de 1.64 por ciento, con lo que el índice Composite quedó en 4 mil 941.42 unidades.
El balance mensual para estos indicadores fue moderadamente positivo, en el mismo orden, incrementos de 0.36, 0.85 y 0.83 por ciento.