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Lo peor de S&P 500 no ha pasado, aseguran

El 57% de los inversionistas encuestados por Strategas Research esperan que el S&P500 rompa el mínimo alcanzado el 9 de febrero.

Si crees que los temblores que afectaron las acciones este mes aún no se han resuelto, no estás solo.

Alrededor del 57 por ciento de los inversionistas encuestados por Strategas Research Partners espera que el índice S&P 500 traspase el mínimo intradía de dos mil 533 puntos alcanzado el 9 de febrero, mientras que el resto dice que el mercado tocó fondo un año después de la venta generalizada de dos semanas que envió al índice a su primera corrección del 10 por ciento desde 2016.

La encuesta, realizada el 16 de febrero, cubrió a aproximadamente 500 inversionistas institucionales.

La encuesta destaca los elevados niveles de duda entre los profesionales, pese al avance de una semana que ayudó al S&P 500 a revertir la mitad de sus pérdidas. Eso puede tener sentido dado que un catalizador que desencadenó la venta masiva, el aumento en los rendimientos de los bonos, no se ha ido. Estrategas de Bank of America y Morgan Stanley advierten ahora que demasiado crecimiento sentará las bases para una desaceleración futura.

Los escépticos también tienen historia de su parte. En cada una de las dos últimas correcciones entre 2015 y 2016, el S&P 500 revisó los mínimos iniciales semanas antes de realizar una recuperación completa.

En la jornada del martes, las acciones de Estados Unidos detuvieron un repunte de seis días tras los decepcionantes resultados de Walmart, que pesaron sobre los principales índices, mientras el dólar se apreció. Con ello, el índice S&P 500 cayó por debajo de su precio promedio de los últimos 50 días.

Al mismo tiempo, los bonos del Tesoro cayeron en medio de una fuerte emisión de deuda estadounidense, con las subastas en la parte corta obteniendo algunos de los rendimientos más altos en casi una década.

Las alzas de tasas catalizaron una de las mayores ventas masivas de acciones en años hace dos semanas.

Mientras que los inversionistas parecen haberse ajustado a las tasas de vencimientos a 10 años en un máximo de cuatro años, la avalancha de oferta podría impulsar los rendimientos al alza, lo que debilita la posibilidad de que los inversionistas compren acciones con valuaciones elevadas.

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