Los inversores de bonos japoneses no quieren tener nada que ver con el peso mexicano.
No se han registrado ventas en pesos este año de Uridashi, que son bonos denominados en moneda extranjera, según datos compilados por Bloomberg.
Mientras tanto, los inversores japoneses han acumulado 15 de estas ofertas en reales brasileños, una moneda que se ha estabilizado tras caer un 33 por ciento el año pasado.
En fecha tan reciente como 2013 hubo un récord de ventas de 151 Uridashi denominadas en pesos, la mayor cantidad en cualquier moneda de los mercados emergentes, ya que los inversores buscaron una mayor rentabilidad frente a las tasas de interés cercanas a cero en Japón.
México está cayendo en desuso entre los inversores minoristas de Japón, luego de que la moneda del país de América Latina ha sufrido la segunda mayor caída entre sus pares más negociados este año.
El 11 por ciento de disminución frente al yen ha sido casi el doble que el real brasileño.
Incluso después de México aumentó inesperadamente su tasa de interés clave a 3.75 por ciento el 17 de febrero para reforzar el peso, su índice de referencia sigue siendo menos de un tercio de 14.25 por ciento de Brasil.
Mientras que los inversores japoneses están evitando el peso, los analistas de Wall Street son mucho más optimistas.
La moneda ganará un 5.6 por ciento frente al dólar a finales de este año, el segundo mayor entre las principales monedas, según los analistas consultados por Bloomberg.
"Los estrategas de mercado están sesgados a mirar a México en términos de potencial de crecimiento", dijo Juan Carlos Alderete, estratega de Grupo Financiero Banorte en la Ciudad de México por correo electrónico.
"Para los inversores japoneses en busca de alto rendimiento, el hecho es que México no ofrece una gran ventaja."
El peso ganaba este lunes 0.88 por ciento frente al dólar, según datos de Bloomberg.
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