En el inicio del 2014, los precios al consumidor en México registraron un fuerte repunte inducido por los efectos de la aplicación de la reforma fiscal y por el alza en los bienes y servicios proporcionados por el sector público.
El Índice Nacional de Precios al Consumidor experimentó un crecimiento de 0.68 por ciento en la primera quincena de enero del 2014, la más alta desde igual periodo del 2010, según cifras reportadas por el Inegi.
A tasa anual, la inflación fue de 4.63 por ciento, la mayor desde la primera quincena de mayo del 2013, Con este comportamiento la variación se ubica por segunda ocasión fuera del rango máximo de tolerancia del 4.0 por ciento fijado por el Banco de México.
La inflación subyacente, la que elimina los componentes más volátiles, registró una variación de 0.69 por ciento en el periodo de referencia, que implica un aumento a tasa anual de 3.33 por ciento.
Dentro del componente subyacente, las mercancías aumentaron 1.14 y los servicios 0.32 por ciento.
El componente no subyacente se elevó 0.63 por ciento en la primera parte de enero. Dentro de este rubro, el índice de precios agropecuarios disminuyó 0.94, derivado la caída en los precios de frutas y verdura de 4.16 y en aumento en los precios de los productos pecuarios de 1.12 por ciento.
Los precios de los energéticos y tarifas autorizadas por el gobierno presentaron un crecimiento de 1.57 por ciento.
Entre los productos que más incidencia tuvieron en el alza de la inflación en la primera quincena de enero fueron los refrescos envasados, gasolina de bajo octanaje, loncherías, fondas, torterías y taquerías, así como la electricidad.
En tanto que los precios de bienes y servicios que bajaron estuvieron el jitomate, servicios turísticos en paquete, transporte aéreo, tomate verde y chile poblano.
La burbuja inflacionaria se podría extender con particular intensidad en el primer trimestre. En tanto que para todo el año existe el riesgo de que pueda cerrar por arriba del 4.0 por ciento.
En tanto que por ciudad, las que más resintieron el alza en los precios al consumidor fueron las localidades fronterizas, debido a la homologación en la tasa del IVA. En este caso, las variaciones más extremas se dieron en Acuña, Coahuila; Chetumal, Quintana Roo; Tijuana y Mexicali en Baja California.