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Funcionan objetivos para frenar la inflación, pero hay otros métodos: Williams de la Fed

Los grandes bancos centrales, incluyendo a la Fed, actualmente tienen como objetivo una tasa de inflación a largo plazo de entre 2 y 3 por ciento.

El presidente de la Reserva Federal de San Francisco, John Williams, respaldó las políticas de objetivos de los bancos centrales globales para frenar la inflación, sin embargo, estima que deberían considerarse otros métodos que podrían funcionar mejor en medio de bajas tasas de interés y el riesgo de burbujas de activos.

A dos días de que el banco central estadounidense puso fin a su controversial programa de compra de bonos y revisó su evaluación sobre el mercado laboral, el funcionario fue cauteloso al sostener que no está proponiendo ninguno de los enfoques que discutió -objetivo de niveles de precios y objetivo de ingreso nominal-, pues dijo, ambos implican una política monetaria incluso más flexible de lo que la Fed ha usado al enfrentar una baja inflación desde la Gran Recesión.

Las declaraciones de Williams emitidas en el banco central de Sudáfrica no incluyeron comentarios sobre su perspectiva para la economía o la política monetaria estadounidense.

Los grandes bancos centrales, incluyendo a la Fed, actualmente tienen como objetivo una tasa de inflación a largo plazo de entre 2 y 3 por ciento.

Ese enfoque, adoptado por primera vez hace 25 años por el banco central de Nueva Zelanda, ha sido "notablemente exitoso al ofrecer una base nominal y mantener baja y relativamente estable la inflación durante un periodo de severa turbulencia", dijo Williams, un miembro de la Fed cuyas opiniones están ampliamente en línea con las de la presidenta, Janet Yellen.

Es difícil tener éxito en impulsar la inflación a niveles aceptables cuando las tasas de interés están cerca de cero, dijo, como lo están ahora y como podrían estar más a menudo en el futuro, dada la desaceleración en la productividad y otras presiones en el crecimiento económico.

Ese ha sido un continuo desafío en Estados Unidos, donde la inflación se ha mantenido por años debajo del objetivo de la Fed de 2 por ciento, pese a la política monetaria notablemente flexible del banco central.

Un segundo desafío es el continuo riesgo de burbujas inmobiliarias, de deuda, entre otras, alentadas por las bajas tasas de interés. Aunque los bancos centrales podrían querer subir las tasas de interés para protegerse contra esos riesgos, dijo, hacerlo también reduciría la inflación, una decisión potencialmente costosa si las expectativas de inflación ya son bajas.

Dados esos dos desafíos, dijo, el objetivo a niveles de precios y el objetivo de ingreso nominal "podrían tener algunas ventajas" sobre el objetivo de inflación. Bajo el objetivo a niveles de precios, un banco central permite que la inflación sea elevada por un tiempo para compensar los periodos cuando la economía enfrentó una inflación muy baja.

Bajo el objetivo de ingreso nominal, la Fed traza un camino para el Producto Interno Bruto. Ambos enfoques pueden ofrecer protección contra expansiones y contracciones alentadas por la deuda, dijo.

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