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El desplome de Afirme

Una Afore vive de las cuentas que administra, éstas se traducen en dinero, en inversiones, en comisiones, beneficios que se reparten por un lado a los trabajadores y desde luego que la institución se lleva su parte en las comisiones.

CIUDAD DE MÉXICO.- Un cronista deportivo solía despedir las transmisiones con una frase que decía más o menos así: "al final no queda sino la frialdad de los números", para enseguida hacer un balance numérico especialmente sobre el resultado y los factores asociados que los generaban.

En el caso de la Afore Afirme-Bajío el ejemplo es más que perfecto, cuando está cerca su salida del mercado de fondos de ahorro para el retiro no queda sino la frialdad de los números.

Tanto así que ni siquiera es necesario revisar con detenimiento múltiples indicadores, basta con observar uno solo, el de las cuentas administradas.

Una Afore vive de las cuentas que administra, éstas se traducen en dinero, en inversiones, en comisiones, beneficios que se reparten por un lado a los trabajadores y desde luego que la institución se lleva su parte, especialmente por el lado de las comisiones.

Al margen de las causas, la evolución de las cuentas administradas dice todo lo que pasó:

Al cierre del año 2006 la institución administraba 422 mil 622 cuentas, en 2007 la cifra subió a 752 mil 27 afiliados, un año después en 2008 alcanzó el máximo de su historia con 741 mil 239 cuentas en su administración.

A partir del año inmediato, en 2009, empezó la debacle. Ese año Afore Afirme lo terminó con 697 mil 707 cuentas, 5.87 por ciento menos. El año 2010 fue de estabilidad, parecía que las cosas mejorarían ya que su balance final fue de 697 mil 613 cuentas, unas cuentas menos de lo que registraba 12 meses antes.

Incluso, para 2011 su balance de cuentas administradas subió a 709 mil 881 afiliados, la recuperación se había cristalizado, lástima que fuera tan efímera.

Así, llegó el fatídico 2012, cuando Consar aplicó el proceso de reasignación de cuentas y entonces supimos que muchos de los clientes de la institución fueron asignados previamente de acuerdo a las leyes vigentes, no llegaron como producto de una labor comercial, el riesgo era que la reasignación provocara una estampida, así sucedió.

Con la reasignación de 2012 la Afore Afirme pasó de un total de 709 mil 881 clientes a 111 mil 943, lo que significó un desplome de 597 mil 930 cuentas, equivalente a 84.23 por ciento.

Cuando parecía que no podía ser peor sucedió que sí, en 2013 el saldo en las cuentas administradas quedó en 68 mil 903, para una contracción de 38.44 por ciento.

Así, en solo dos años la Afore Afirme-Bajío reportó una contracción de 639 mil 978 cuentas, equivalente al 90.29 por ciento de sus clientes totales, no hay nada como la frialdad de los números.

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