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Draghi observa un panorama positivo para la economía de la zona euro

El banco central prevé una inflación principal de 1.7 por ciento este año comparado con una proyección anterior de 1.3 por ciento, y de 1.6 por ciento el próximo año comparado con un estimado de 1.5 por ciento. Para 2019 anticipó un alza de precios de 1.7 por ciento, sin cambios desde el cálculo previo.

El presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, dijo el jueves que los riesgos que amenazan el panorama de crecimiento económico de la zona euro son ahora menos "pronunciados, pero permanecen inclinados a la baja y vinculados predominantemente a factores globales".

Draghi, en una conferencia de prensa después de que el BCE dejó sin cambios su política monetaria, con su principal tasa de refinanciación en 0.00 por ciento, sostuvo que los riesgos de una deflación en el bloque "han desaparecido ampliamente" y que las expectativas inflacionarias "han crecido notablemente".

No obstante, dijo que si el panorama se hace menos favorable o si las condiciones financieras son inconsistentes con un mayor avance hacia un ajuste sostenido de la inflación, "estamos listos para incrementar nuestro programa de compras de activos en tamaño y/o en duración".

Afirmó también que los indicadores de confianza en la zona euro sugieren que "una recuperación cíclica podría estar ganando impulso".


El banco dijo también que está dispuesto a responder a las amenazas a la zona euro, pero no considera que exista el riesgo de un quiebre, dijo el jueves el presidente del BCE, Mario Draghi, en una conferencia de prensa.

A la pregunta sobre la posibilidad de que el bloque pueda desintegrarse, Draghi dijo: "Francamente, no lo veo. Hay tensiones, pero nada que sea grave. En cualquier caso (...) estamos listos. "El euro ha sido el pilar sobre el que el mercado único puede prosperar. El euro está aquí para permanecer. Es irrevocable".

Draghi ha reconocido que la situación económica ya no es tan preocupante, que el escenario de riesgos se ha equilibrado para bien y que, por este motivo, ya no cree preciso mantener la expresión de que el BCE "usará todos los instrumentos dentro de su mandato".

Esta menor urgencia del banco se traduce en un mayor ímpetu alcista del euro. La moneda única, que esperaba a Draghi en los 1.055 dólares, escala hasta los 1.061 dólares, con una apreciación diaria del 0.7 por ciento.

Aunque ha reforzado su compromiso con la actual estrategia del BCE, como también ha rebajado el nivel de preocupación existente ahora en la entidad, Draghi ha expuesto que medidas que "antes eran posibles, ahora lo son menos". En concreto, se ha referido que la entidad descarta la posibilidad de que sea necesario bajar más las tasas de interés.

Entierra así el debate, mantenido durante varios meses de 2016, sobre la posibilidad de que el BCE pusiera los tipos oficiales, situados en el 0 por ciento desde marzo de 2016, en terreno negativo.

Con información de Reuters y Bloomberg

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