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Dólar, ‘acorralado’ al volver los déficits al radar de Wall Street

Una renovada ola de ataques contra el dólar lo hace caer nuevamente este jueves 0.22 por ciento frente a una canasta de 10 divisas

La generosidad fiscal de Estados Unidos y el fantasma de unos déficits de cuenta corriente más amplios están alimentando una renovada ola de ataques al dólar.

La votación bipartidista del Congreso la semana pasada para aumentar el gasto en casi 300 mil millones de dólares en los próximos dos años llegó justo después de un recorte de impuestos de 1.5 billones de dólares que podría impulsar la demanda interna y la brecha comercial del país.

Los estrategas están prestando atención, concentrándose en los déficits gemelos de Estados Unidos como un probable catalizador de la continuación de la debilidad del dólar tras el breve respiro de febrero.

Los bajistas del dólar no necesitan más municiones. Ya asediado por mejores perspectivas en el exterior y un gobierno de Donald Trump que parece que pretende hacer caer aún más la moneda estadounidense, el dólar está sumido en un retroceso que ha alcanzado el 12 por ciento desde el inicio de 2017.

Con un déficit fiscal y de cuenta corriente combinado de Estados Unidos, que una vez más se acerca al 6 por ciento del producto interno bruto, las perspectivas a largo plazo para el dólar son sombrías, según Mark McCormick, jefe de estrategia de divisas para América del Norte de Toronto Dominion Bank.

"Cuando sumas el déficit de cuenta corriente y el déficit presupuestario, estás creando una gran cantidad de vulnerabilidades externas para la tasa de cambio", dijo McCormick. "Estamos en un ambiente ahora donde se está volviendo difícil desde una perspectiva de los flujos de capital solucionar estos déficits".

El déficit presupuestario de Estados Unidos creció en los primeros cuatro meses del año fiscal, con un aumento de 11 por ciento a los 176 mil millones de dólares registrados entre octubre y enero frente al mismo período del año anterior, según un informe del Departamento del Tesoro publicado el pasado lunes.

Se trata del mayor déficit fiscal desde 2013, y se espera que siga aumentando a medida que el envejecimiento de la población impulsa los desembolsos de asistencia social al tiempo que los recortes de impuestos afectan los ingresos públicos.

Datos publicados en Washington la semana pasada mostraron que el déficit comercial de Estados Unidos, excluyendo productos derivados del petróleo, se amplió a un récord de 50 mil millones de dólares en diciembre en tanto un aumento de las importaciones superó el crecimiento de las exportaciones. Dada esta dinámica, McCormick estima que el dólar todavía está sobrevalorado en alrededor de un 10 por ciento en el largo plazo.

El índice del dólar de Estados Unidos ha retrocedido 3.5 por ciento en 2018 (su peor comienzo de año desde 1987) después de perder 9.9 por ciento el año pasado.

Los estrategas están buscando nuevos motores a los que anclar la caída del dólar en medio de una ruptura en la relación con los diferenciales de tasas de interés, que ha sido tradicionalmente una fuerza clave detrás los movimientos.

Si bien el rendimiento de los bonos del Tesoro a dos años ha continuado su ascenso este año (el mes pasado superó el 2 por ciento por primera vez desde 2008), su correlación de 120 días con el Bloomberg Dollar Spot Index se desplomó a 0.23, desde un promedio de 0.57 en 2017. Una lectura de 1 indicaría que los índices se mueven a la par, mientras que menos de 1 significa que se mueven en direcciones opuestas.

Si bien Estados Unidos generalmente tiene un déficit de cuenta corriente junto con un déficit presupuestario, la "dinámica" de esos déficits gemelos ha cambiado, de acuerdo con Shahab Jalinoos, jefe global de estrategia de negociación de divisas de Credit Suisse.

En los últimos años, políticas fiscales relativamente ajustadas han contenido la brecha presupuestaria, mientras que el auge de la producción de shale de Estados Unidos ha ayudado a reducir el déficit de cuenta corriente.

Ahora que ambos pilares están listos para deteriorarse, ante una nueva ronda de recortes de impuestos y el aumento del componente no energético del déficit de cuenta corriente, los déficits gemelos han resurgido como un catalizador en el mercado de divisas, dijo Jalinoos.

En un contexto de un crecimiento global vibrante, Credit Suisse también dijo que considera que el dólar está sobrevalorado y es vulnerable a una caída del 10 por ciento en 2018.

"Es raro que el dólar esté fuerte mientras al resto del mundo le va bien", dijo Jalinoos. "Y creo que será una sorpresa aún mayor es que el dólar se fortalezca mientras Estados Unidos tiene déficits gemelos".

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