CIUDAD DE MÉXICO.- El peso mexicano tuvo un cierre de fotografía frente al dólar, pero no logró darle 'la vuelta', pese al impulso que le dio el anuncio del Banco de México de elevar la tasa en 50 puntos.
El dólar spot cerró en 20.3845 unidades, lo que representó una marginal pérdida de 0.02 por ciento para la divisa mexicana, de acuerdo con datos del Banco de México.
Ante del anuncio del Banco Central, el dólar operaba en 20.51 unidades, aunque más temprano llegó a subir hasta 20.66.
Tras el anuncio el peso comenzó a recortar pérdidas, pero no le alcanzó para cerrar positivo.
En ventanilla bancaria, el dólar se vende en 20.70 unidades, similar a la cotización de la sesión previa, según cifras de Citibanamex.
El Banco de México subió la tasa en 50 puntos, por encima de lo esperado por la mayoría del mercado que era de 25 puntos, y también por arriba de lo que lo hizo la Reserva Federal el miércoles.
Una tendencia mixta en los precios del petróleo generó inquietud en el mercado y limitó un avance en la cotización del peso.
El barril del crudo WTI en Estados Unidos retrocede 0.30 por ciento, a 50.91 dólares, mientras que el crudo Brent de Londres avanza 0.30 por ciento, a 54.06 dólares.
En tanto, el índice que mide el comportamiento del dólar frente a una canasta de divisas sube 0.97 por ciento y se mantiene sobre la marca de 103.00 unidades por primera vez desde enero de 2003.
La decisión del Banco de México superó a la emitida por la Fed el miércoles pasado de subir 25 puntos básicos, para quedar el referencial en un rango de 0.5 y 0.75 por ciento.
La decisión de la Fed era ampliamente esperada, pero los inversores fueron sorprendidos por las proyecciones que mostraron una mediana de tres alzas de los tipos el próximo año, desde dos incrementos en estimaciones previas.
El aumento se presenta en momentos en que Donald Trump se prepara para asumir el cargo al que llegó con la promesa de impulsar el crecimiento en Estados Unidos.
Además, la presidenta de la Fed, Janet Yellen, dijo que la victoria de Donald Trump en la elección presidencial dejó una "nube de incertidumbre" sobre la autoridad monetaria y llevó a algunos integrantes del banco central a cambiar su visión sobre lo que está por venir.
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