La bolsa de valores de México concluyó la jornada del martes con un desliz marginal de 0.07 por ciento, con lo cual el índice se colocó en 42 mil 884.76 unidades. El movimiento se produjo con un volumen de 241.4 millones de acciones y 122 mil 728 operaciones, la reducida actividad y el volumen ajustado, corresponden precisamente al comportamiento del indicador de precios.
Sin embargo, aunque en México la ganancia fue menor, el movimiento contrastó con el reportado por las bolsas de Nueva York, de pérdidas amplias, las cuales por la mañana eran de pequeña magnitud, incluso hubo momentos de saldos positivos, pero al final se acentuaron las ventas, lo que provocó las bajas de consideración.
En la NYSE, el promedio Dow Jones se contrajo 0.70 por ciento a 16 mil 818.13 unidades, mientras que el índice S&P 500 retrocedió 0.64 por ciento a mil 949.98 puntos. En el mercado Nasdaq la caída fue de 0.42 por ciento a 4 mil 350.36 unidades.
Pero debe señalarse que los indicadores económicos principales del día resultaron claramente superiores a los previstos, por lo que la caída de las bolsas podría atribuirse a otros factores, como cierta precaución ante los máximos históricos recientes, pero también ante noticias de un incremento en las tensiones en Irak.
En México, la cifra de inflación quincenal, y el indicador IGAE de abril, que subió 0.5 por ciento a tasa anual, fueron indicadores acordes con las expectativas, por lo que no se notó alguna reacción en los mercados.
En Estados Unidos se informó de un incremento de 18.6 por ciento en las ventas de casas nuevas de mayo, su incremento mensual más elevado en 22 años; además, la confianza de los consumidores de junio fue de 85.2 puntos, desde un dato anterior revisado a la baja de 82.2 unidades. Estadísticas sin duda favorables sobre la marcha de la economía en aquel país.
Entre los indicadores pendientes de esta semana se encuentran: la segunda revisión del PIB, el miércoles; el ingreso y el gasto personal, el jueves, y la confianza de los consumidores para el viernes.