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Brecha entre tasas de México y Brasil aumentará por desafíos inflacionarios

A finales del 2017, la tasa de referencia de Brasil cayó por debajo de la de México por primera vez en la historia.

Las trayectorias de política monetaria de México y Brasil, las dos economías más grandes de América Latina, seguirán alejándose a medida que sus bancos centrales se enfrentan a desafíos inflacionarios opuestos.

Mientras Brasil cerrará esta semana un ciclo de flexibilización que ha llevado los costos de endeudamiento a un mínimo histórico, México pondrá fin a una campaña de ajuste que ha duplicado con creces su tasa interbancaria en los últimos dos años, según economistas encuestados por Bloomberg.

A fines del año pasado, la tasa de referencia de Brasil cayó por debajo de la de México por primera vez en la historia.

Una caída significativa en los precios de los alimentos en los principales países de América Latina, con la excepción de México, ha sido una de las razones principales que han permitido a los bancos centrales reducir drásticamente los costos de endeudamiento en la región.

Ahora el ciclo de flexibilización está finalizando en la mayoría de ellos, y se espera que Perú mantenga las tasas en el 3 por ciento esta semana y que tal vez las reduzca nuevamente en marzo. Colombia realizó un recorte final de 25 puntos básicos la semana pasada, mientras que Chile abandonó su sesgo de flexibilización.

"La demanda externa se ha fortalecido y las condiciones comerciales han mejorado", escribieron los analistas de JPMorgan en una nota de investigación. "Al identificar este cambio, los bancos centrales se están preparando para quedarse a la espera".

Por debajo del objetivo

En Brasil, el banco central también ha estado respondiendo al impacto persistente de una recesión que aumentó la tasa de desempleo a una cifra de dos dígitos, lo que ayudó a que la inflación terminara el año pasado por debajo del nivel mínimo objetivo oficial por primera vez. Como resultado, se espera que el banco baje la tasa de interés de referencia Selic en 6.75 por ciento el miércoles, después de 10 recortes consecutivos que ya han reducido la tasa en 725 puntos básicos.

Eso es un alivio para un país donde la inflación ha sido durante décadas un tema intermitente que ha dominado el debate económico y político. "No estamos destinados a ver titulares relacionados con la política monetaria en el futuro cercano, lo cual es un gran logro", dijo a Bloomberg Otaviano Canuto, director ejecutivo del Banco Mundial, en una entrevista.

Incertidumbre sobre el TLCAN

En México, los mayores costos del combustible y una moneda más débil fruto de la incertidumbre sobre el futuro del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) han estado alimentando la inflación. Con los precios al consumidor subiendo a su ritmo más rápido en 16 años, el banco central se ha visto obligado a aumentar las tasas al nivel actual del 7 por ciento, y probablemente al 7.25 por ciento el jueves.

"La inflación en México se aceleró más allá de lo que cualquiera podría haber imaginado", dijo Alberto Ramos, economista jefe para Latinoamérica de Goldman Sachs. "Hubo un gran choque en las expectativas y el tipo de cambio, pero no tienen un problema de inflación a mediano plazo".

Respecto al futuro, los economistas advierten sobre los riesgos políticos para la política monetaria en Brasil y México, donde candidatos poco favorables al mercado lideran las encuestas de opinión para las próximas elecciones presidenciales.

El peso mexicano, por ejemplo, podría hundirse hasta un 18 por ciento si las negociaciones del TLCAN se rompen y resulta elegido el candidato izquierdista Andrés Manuel López Obrador, según Mario Castro, estratega de tipo de cambio para América Latina de Nomura Securities. Un choque cambiario persistente complicaría la lucha contra la inflación de México, dijo.

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