El Banco de Inglaterra sorprendió a los mercados al mantener su tasa de interés en 0.5 por ciento durante su reunión de política monetaria de julio.
Los inversores esperaban la primera reducción en más de siete años a 0.25 por ciento ante la agitación de la economía británica tras el referendo por el Brexit del mes pasado.
El banco dijo que era probable que aplicara un estímulo en tres meses, posiblemente como un "paquete de medidas", una vez que evalúe cómo ha afectado a la economía el referendo del 23 de junio donde Reino Unido optó por salir de la Unión Europea.
"Ante la ausencia de un mayor empeoramiento en el equilibrio entre respaldar el crecimiento y volver la inflación a la meta sobre una base sostenible, la mayoría de los miembros del comité prevén que la política monetaria sea relajada en agosto", afirmó el banco en las minutas de su reunión de julio.
De los nueve miembros del banco que fijan las tasas de interés, sólo uno, Jan Vlieghe, quien se había mostrado cada vez más favorable a brindar más ayuda a la economía, votó a favor de un recorte.
Chris Williamson, economista jefe de datos financieros de la firma Markit, dijo que el BoE había optado por no apurarse y evitar "una reacción abrupta" a la votación del Brexit.
La sorpresiva decisión de mantener las tasas de interés estables llevó la libra esterlina a su máximo nivel en dos semanas contra el dólar de 1.348 dólares, mientras que los bonos del gobierno británico también subieron.
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