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Banco de Inglaterra descarta alza en tasas para el próximo año

El banco de Gran Bretaña decidió mantener su tasa de interés en 0.25 por ciento y aseveró que la tasa se podría mover en cualquier dirección tras aumentar sus previsiones de crecimiento e inflación para 2017.

El Banco de Inglaterra (BoE) dejó este jueves sin cambio a su tasa de referencia en el mínimo histórico de 0.25 por ciento, lo que acompañó con la misma postura en materia de compra de bonos.

Asimismo, el banco descartó los planes de reducir sus tasas de interés y dijo que se podrían mover en cualquier dirección tras aumentar sus previsiones de crecimiento e inflación para 2017, después de la abrupta caída de la libra esterlina luego de la votación a favor del Brexit.

El banco central, que ha sufrido fuertes críticas políticas por mantener sus tasas cercanas a cero, ajustó su perspectiva sobre cuándo la economía sentirá el golpe del referendo que en junio decidió la salida de Reino Unido de la Unión Europea.

En una serie de previsiones trimestrales publicadas el jueves, el Banco de Inglaterra anticipó un menor impacto a corto plazo, pero advirtió que el acceso británico a los mercados de la Unión Europea podría verse "materialmente reducido", lo que podría dañar el crecimiento durante "un período prolongado".


El BoE respondió a la votación del Brexit con un recorte de sus tasas de interés a un mínimo histórico de 0,25 por ciento en agosto y reinstaló su masivo programa de compras de bonos por primera vez desde 2012.

También dijo entonces que era probable otra reducción de tasas este año. Sin embargo, el jueves cambió hacia una posición neutral al predecir un sobrepaso récord de la inflación por encima de su objetivo tras la caída de la libra a su nivel más bajo en 31 años frente al dólar.

"Hay límites respecto a cuánto puede tolerarse la inflación por encima del objetivo", señaló el Comité de Política Monetaria del BoE en un comunicado, tras predecir que la inflación se elevará hasta el 2,7 por ciento en el mismo periodo del próximo año, casi el triple que su nivel actual y cuando se esperaba que volviera al 2 por ciento recién en 2020.

"La política monetaria puede responder en cualquier dirección a los cambios en el panorama económico mientras se desarrollan para asegurar un retorno sostenible de la inflación al objetivo del 2 por ciento", agregó.

El cambio de postura del jueves podría agradar a la primera ministra, Theresa May, quien dijo el mes pasado que la política monetaria ultralaxa del BoE tiene "malos efectos secundarios" para los ahorradores.

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