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Los abuelos también son buleados en el hogar

Calculan que unos 680 mil ancianos en México padecen violencia física o psicológica por parte de sus propios familiares; México está ubicado arriba del promedio de países que tratan mal a los viejos.

CIUDAD DE MÉXICO. La violencia, abuso y maltrato de adultos mayores en México es un problema que en los últimos años se ha incrementado en el país, y que actualmente padecen más de un millón y medio de personas; es decir, 16 por ciento de la población en general.

Previo al Día Mundial contra el Abuso y Maltrato en la Vejez (15 de junio), organizaciones civiles, especialistas e instituciones hicieron un llamado a la sociedad en general para hacer visible dicha realidad "hoy alarmante", y que podría convertirse en una situación más sería, ya que para el 2050 se estima que México sea el país con mayor proporción de adultos mayores en toda América Latina: 33.8 millones de personas con más de 60 años, según las proyecciones del Consejo Nacional de Población (Conapo).

De acuerdo con Celia Martínez, representante de la Fundación para el Bienestar del Adulto Mayor, de los 10.9 millones de adultos mayores que hay en México, 1.7 millones son víctimas actualmente de violencia tanto física como psicológica y la mayoría, el 40 por ciento, alrededor de 680 mil ancianos, vive está realidad dentro de sus propios hogares.

"Es una situación alarmante que de acuerdo con diferentes estudios muestra que 16 de cada 100 adultos vive algún grado de maltrato, el cual en muchas ocasiones no perciben como tal y que las autoridades, instituciones y sociedad no ha sabido abordada como se debe, pues sólo basta recordar el tema de las pensiones ha servido y se ha manejado como poder político".

Ante ello, en marco de la celebración del Día Mundial contra el Abuso y Maltrato en la Vejez, la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF) encabezará el próximo 13 de junio una jornada por la toma de conciencia de esta realidad, con la que se busca convocar a los adultos que sufren algún tipo de abuso asistir, denunciar y solicitar ayuda.

"Es necesaria una mayor visibilidad del tema, pero sobre todo es urgente prevenirlo", señaló Ofelia Castillo, representante del Ombudsman capitalino, quien además explicó que la discriminación es la causa y origen del problema de violencia que sufren las personas adultas.

"La tolerancia de estereotipos y prejuicios como son la visión negativa de la vejez y el desprecio entre otros han dado lugar al aumento en el abuso, el maltrato y la violencia que afecta a miles de personas".

Gabriela Ríos Cazares, especialista del Instituto Nacional de Geriatría, destacó que la violencia en adultos mayores es un asunto en el que existe un subregistro. Sin embargo, las estadísticas disponibles colocan a México como una nación que está muy por arriba del promedio, sólo en este asunto, de otros países europeos donde ésta realidad llega a dañar a cinco por ciento de su población.

"Aunque son contextos y realidades muy diferentes nos da una visión del tema y de la necesidad de abordarlo, pues la vejez es una etapa en la que todos tendremos que pasar tarde o temprano", dijo.

La violencia, señalaron, tiende a multiplicarse al coexistir con otros factores de discriminación como el género, raza, religión, discapacidad, estado de salud, condiciones socioeconómicas y otros factores que restringen aún más la posibilidad de atención o presentación de quejas o denuncias.

"Existe también la violencia de tipo estructural, social, legal y financiera, proveniente de personas de confianza, cuidadores, personas de la comunidad e incluso prestadores de servicios privados y públicos", acotó la representante de la CDHDF y concluyó que la jornada cuyo objetivo principal será empoderar a los adultos mayores y darles herramientas que les ayudes a no ser víctimas, también será un espacio para las reflexiones que presentarán organizaciones de la sociedad civil sobre tres importantes puntos de agenda pública que requieren atención: el abandono social, la carencia de albergues públicos especializa ligados y funcionales, así como la situación de las personas adultas mayores en situación de calle y la invisibilizacion de la problemática particular de las mujeres.

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